Con el 96,27% de las urnas escrutadas, Jair Bolsonaro es elegido presidente electo del Brasil con el 55,66% de los votos y marca una dura derrota para la izquierda de la región, que cercada por la corrupción, ha visto desvanecerse la posibilidad de gobernar en Brasil, luego de los mandatos presidenciales de Lula Da Silva y Dilma Rousseff del Partido de los Trabajadores (PT), donde los casos de prácticas corruptas hartaron al pueblo brasileño que fue en busca de un cambio. “Queremos un nuevo futuro para la gente de Brasil”, dijo Bolsonaro al conocer que había ganado.
El anuncio de la victoria electoral se celebra con mucha fanfarria en frente de la casa Jair Bolsonaro en Barra da Tijuca, al oeste de Río de Janeiro . Los electores gritaron, se abrazaron y saltaron mucho, en medio de fuegos artificiales, al coro de “mito, mito”, como es llamado por sus seguidores al candidato a la presidencia de la República por el PSL.
El Himno Nacional fue cantado por la multitud, que también cantó “Soy brasileño, con mucho orgullo, con amor.” Los dos sentidos de la Avenida Lúcio Costa, en la orilla de la playa, fueron cerrados al tránsito de vehículos, por el exceso de personas, la gran mayoría vestida en amarillo, color que simbolizó la campaña desde el principio.
El frente del condominio fue reforzado con rejas de hierro y un efectivo de la Policía Militar, además de los guardias privados y agentes de la Policía Federal.
“La victoria significa la liberación del PT, significa esperanza de una vida mejor, el país va a seguir un camino mejor, con más ética”, dijo el abogado José Brito, presente a la conmemoración. “Significa el respeto a las reglas, lo que es correcto y lo que es incorrecto, espero que el gobierno respete las reglas del juego, es la iniciativa privada que genera riquezas”, conmemoraba el también abogado Rodrigo Fonseca.
Otro elector de Jair Bolsonaro, la jubilada Sônia Liskier, también festejaba a la puerta del condominio Villa de la Barra, donde vive Bolsonaro. “Esperanza de tiempos mejores, con más empleo, más seguridad, he tenido un revólver apuntado a mi cabeza, su gobierno sigue siendo un punto de interrogación, pero tiene todo para resolver nuestros problemas”, dijo.
A lo largo de la tarde, muchas personas llegaron a la casa de Bolsonaro. Entre ellos, el economista Paulo Guedes, cotizado como ministro, y el actor Alexandre Frota. El hijo de Bolsonaro, Eduardo, llegó poco después del final de las elecciones. El otro hijo del candidato, Flavio, ya estaba en la casa desde temprano.
