La diputada del opositor Partido Nacional de Uruguay, Graciela Bianchi, expresó que hay pruebas que demostrarían que al fiscal argentino, Alberto Nisman, lo asesinó “una célula del Hezbollah”, según lo expresó en una rueda de prensa en el Palacio Legislativo de Montevideo.
El Fiscal Nisman apareció muerto en su piso en Buenos Aires, horas antes de presentarse ante el Congreso argentino para denunciar a la entonces presidenta Cristina Kirchner por su encubrimiento a diplomáticos iraníes por el atentado a la mutual judía AMIA. Se quiso presentar como un suicidio, pero peritajes confirmaron que se trató de un homicidio.
La diputada uruguaya explicó que durante una reunión propuesta con integrantes de la Embajada de Estados Unidos en el Senado argentino, se les dio “mucha prueba, mucha información” de la presencia “de células de Hezbollah aquí en Uruguay”.
“En 2016 fuimos invitados -no en forma reservada pero más o menos- algunos integrantes de las comisiones que estamos vinculados a estas investigaciones”, aseveró.
“Espero que no me pase nada a partir de decir esto”, informó Bianchi y destacó que la presencia de esas células se incrementó, “en especial después de la pérdida de gobierno por parte de Cristina Kirchner”.
La legisladora señaló que “La reuniones de la gente de Hezbollah con funcionarios argentinos que también participaron en el homicidio (de Nisman) se hicieron acá”, en territorio uruguayo.
Subrayó que el tema del lavado de dinero que utilizan estas células, ameritó su participación, ya que integra una comisión parlamentaria que investiga estos casos.
Bianchi dijo que “el problema del lavado de activos, en especial para Estados Unidos y para los europeos, es un problema muy grave, precisamente por estar detrás de los dineros del terrorismo. En consecuencia ellos nos van proporcionando información a los que queremos investigar y nos acercan pruebas”.
La diputada nacional no entró en más detalles y señaló que en Uruguay existen “inconvenientes graves de investigación” y recordó que en este país “Tenemos un partido de gobierno que en su gran mayoría es de origen guerrillero que tiene lazos muy profundos con Irán -reconocidos públicamente- y además con Venezuela”, según destaca el diario El País.












