Durante su discurso de apertura del 73 periodo de sesiones de la Asamblea General donde presentó el informe sobre la Organización, el Secretario General de la ONU, António Guterres, justificó su dictamen al afirmar que “Las personas están preocupadas y se sienten inseguras. La confianza está a punto de quebrantarse. La confianza en las instituciones nacionales. La confianza entre los Estados. La confianza en un orden mundial basado en normas”.
Guterres ahondó en su examen al afirmar que los pueblos están perdiendo la fe en sus instituciones políticas, denunció un crecimiento de la polarización y también el ascenso del populismo.
Acto seguido, destacó que el orden mundial actual es cada vez más caótico, la difuminación de las reglas del poder y el desgaste de los valores universales.
“Los principios democráticos están bajo asedio. El estado de derecho se debilita. La impunidad cobra auge, pues dirigentes y Estados ponen a prueba sus límites, tanto internamente como en el ámbito internacional”, dijo.
“Pero hoy quiero centrarme en dos desafíos trascendentales que, en el último año, han cobrado una urgencia extrema: el cambio climático y los nuevos riesgos asociados a los avances de la tecnología”.El titular de la ONU recordó que la prevención ha de ser una tarea central del trabajo de la Organización y destacó que el actual período de sesiones supone una “oportunidad única” para avanzar.
En relación con el cambio climático destacó que estamos en un momento “decisivo”, ya que si no logramos cambiar el rumbo durante los dos próximos años se corre el riesgo de perder el control de la situación.
“El cambio climático avanza más rápido que nosotros, a un ritmo desenfrenado que ha hecho saltar las alarmas en todo el mundo” advirtió al recordar que “la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha alcanzado el nivel más alto en tres millones de años, y no deja de aumentar”.
Entre las soluciones que propuso para combatirlo destacó una mayor ambición y actuar con un mayor sentido de la urgencia, garantizar la aplicación del Acuerdo de París y calificó a la Próxima Conferencia de las Partes a celebrarse en Polonia en diciembre como decisiva.
El peligro de militarización de la Inteligencia Artificial.
En este apartado, Guterres destacó que su “creciente preocupación” por la adaptación de la inteligencia artificial con fines militares.
“Llamémoslo como lo que es. La perspectiva de unas máquinas con carta blanca y con poder para quitar la vida humana es moralmente repugnante.
Una nueva guerra, que ojalá no ocurra, podría traer consigo perfectamente un ciberataque de enormes proporciones no solo contra las capacidades militares, sino también contra la infraestructura civil más vital”.
Guterres instó a todos los Estados a cooperar en este asunto con el objetivo de fomentar la confianza entre ellos y los exhortó a usar a las Naciones Unidas como “plataforma para atraer la atención mundial hacia estas cuestiones primordiales y favorecer un futuro digital seguro”.