Los españoles asistimos atónitos a un cambio de gobierno en España sin que los ciudadanos hayamos podido participar en la elección de nuestros gobernantes y formar parte, así, de la toma de decisiones que compete a nuestro futuro como país y como individuos. Recordemos que esto es precisamente la esencia de la democracia: Respetar la voluntad de la mayoría y no centrarse sobre los intereses particulares de unos pocos.
Según la Real Academia Española (RAE), democracia es “la forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos”, y la estructura de una sociedad democrática aquella “que practica la igualdad de derechos individuales”.
¿En qué estamos pensando los españoles? ¿Por qué estamos dilatando manifestar nuestra indignación?. Realmente, ¿creemos en nuestro particular sistema democrático?, ¿somos capaces de destapar tanta mentira?, ¿nos sentimos hastiados por tanta corrupción política que ha devastado todas nuestras aspiraciones para ser considerados partícipes en el panorama internacional?
La democracia es diálogo y debate, nunca imposición. Las elecciones en cualquier régimen democrático constituyen un derecho, una fórmula para que la ciudadanía sea escuchada, atendidas sus necesidades y tenga influencia así sobre las decisiones que afectan a su propia estabilidad y porvenir. Un gobierno y sus instituciones sólo pueden ser legitimados por el derecho al voto y su ejercicio de todos y cada uno de los ciudadanos de un país.
El proceso electoral y la participación ciudadana son los dos pilares básicos sobre los que se construye cualquier sistema democrático. Sin estos dos elementos no hay democracia que subsista, que valga la pena, que nos lleve a un futuro mejor.
“Señor Pedro Sánchez, los españoles queremos votar ya. La confianza se gana, no se exige”. Esto es lo que está reclamando España, todos y cada uno de nosotros. Aquí y ahora, sin dilación.
Mercedes Medina
Totalmente de acuerdo. Es hora pedir elecciones YA.
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