Primera parte.-
El naviero argentino Juan Carlos López Mena, propietario de Buquebus, le inició juicio al Banco de la República de Uruguay (BROU), por presuntos daños y perjuicios, luego del caso inexplicable ocurrido en 2013 con la subasta de los aviones de PLUNA, donde el empresario se hiciera cargo del aval que la empresa Cosmo no pagó en el frustrado remate de las aeronaves.
Pero detrás de todo esto hay una trama oscura que iremos desvelando en varios artículos de una serie periodística con documentos que revelan la verdad sobre un caso de los más controvertidos en la historia del país y con derivaciones insospechadas.
La audiencia de primera instancia se realizó el 14 de junio en el Juzgado Letrado Civil de 20º Turno. Uno de los testigos presentados por López Mena fue el periodista Guillermo Lussich, quien declaró ser asesor de Buquebus y en todo momento trató de presentar a su jefe como víctima de una campaña en su contra, pero la realidad dista mucho de calificar a López Mena como perjudicado por una trama que el mismo naviero inició y después no pudo controlar.
El testigo aseguró que López Mena resultó perjudicado, puesto que en “declaraciones de las autoridades” del BROU a los medios de comunicación se expresaba que iban a pasar a López Mena a “clase morosa”. Según Lussich esto provocó un perjuicio “económico y financiero” no solo con el BROU sino también con “entidades financieras privadas”.
En sus declaraciones Lussich defendió sin límites a su empleador “Yo admiro la fortaleza del individuo [López Mena], porque si contamos las tapas en los medios de comunicación con una persona no política, del ámbito empresarial, yo no recuerdo en toda mi carrera periodística que se haya puesto el énfasis que se puso sobre la figura de una persona”, dijo el periodista asesor de Buquebus.
Por su parte la testigo María Rosa Parafita, gerenta ejecutiva del servicio jurídico del BROU, señaló que interpretaba que la declaración de inconstitucionalidad de la Suprema Corte de Justicia “no tiene como consecuencia la nulidad del remate” y que por lo tanto cuando López Mena intimó al BROU para que se le devolvieran las cuotas abonadas y se diera por terminado el contrato, la institución bancaria respondió que el convenio seguía vigente.
La funcionaria puntualizó que el naviero argentino- en cierto momento- había dejado de pagar las cuotas pero más tarde concertó una forma de pago pero insistiendo en que “el convenio debería caer”. María Rosa Parafita explicó que el BROU le bajó la categoría y lo incluyó como “deudor”, porque remarcó, “es la consecuencia lógica de cualquier incumplimiento” (en los pagos de una deuda). También aclaró que era la empresa de López Mena, (Los Cipreses) la que revistaba como cliente del banco, pero que se le había calificado al empresario “en forma similar a la de sus empresas, porque era la primera vez que operaba con el banco”.
Ante las aseveraciones del asesor de López Mena, que había señalado que autoridades del banco habían efectuado declaraciones que perjudicaban a su empleador, Parafita dijo que desde el BROU no se hizo ningún tipo de declaración a los medios y explicó que “muchas veces los periodistas se enteraron por trascendidos”.
Pero la trama en vez de desvelarse, se vuelve más enredada si tomamos en cuenta las declaraciones de algún testigo del empresario dueño de Buquebus, que habría faltado a la verdad bajo juramento en el juicio. Todo esto lo conoceremos en la segunda parte de esta investigación que publicaremos esta semana. También analizaremos el papel de la aseguradora Boston en el caso.
Lo importante hoy es que alguien responda a estas interrogantes y sería deseable que el Parlamento tomara la iniciativa, pidiendo explicaciones, para aclarar varios puntos de un caso que merece resolverse.
Corresponde saber:
1.- Que lo llevó al BROU a no ejecutar a Cosmo y a la aseguradora Boston, y en su lugar aceptar el ofrecimiento de pago de López Mena, ajeno al negocio.
2. Si el BROU concedió a López Mena un préstamo por el importe del aval, a pagar en forma diferida, sin ninguna garantía real que respaldara el crédito.
4.- Por qué razón el banco aceptó que López Mena condicionara su ofrecimiento de pago, dado el riesgo que ello implica para el repago de la operación.
5.- Cual es el fundamento de haber refinanciado el convenio de pago con López Mena y acceder nuevamente a incluir en el nuevo convenio tal condición resolutoria, que solo podría perjudicar al banco si se invoca su configuración, como hoy ocurre en el millonario juicio, que si prospera llevará a perder nada menos que catorce millones de dólares.
6.- Si existe certeza que la garantía otorgada por la Aseguradora Boston, cedida a López Mena, por asumir el pago del aval, se encuentra vigente y en condiciones de ser ejecutada si es que ya no lo fue.













