El tirano de Venezuela cada día recibe más rechazos de los gobiernos y organizaciones de derechos humanos por la brutal crisis humanitaria a la que ha sometido a sus ciudadanos.
Ahora es el gobierno de Francia -a través de su presidente Emmanuel Macron- quien denuncia los atropellos del régimen chavista y expresa que está dispuesto a aplicar nueva sanciones si no se realizan elecciones libres y sin imposiciones.
El nuevo gobierno de Perú ratifica, por medio de su canciller, que no se permitirá la presencia de Maduro en la Cumbre de las Américas, que se realizará en Lima este mes.
Mientras varios países, como Suiza y Panamá, entre otros, sancionan -con nombre y apellido- a personajes del régimen y también a empresas relacionadas con el chavismo.
La desesperación de la dictadura venezolana aumenta y el canciller Arreaza, un personaje cuyo único mérito para el cargo es ser el yerno de Hugo Chávez, escribe indignado en Twitter unos mensajes al presidente francés y uno imagina que con sus frases agresivas no le quitará el sueño al mandatario galo. ¡Faltaba más! Macron tendrá cosas más importantes de las que ocuparse que responderle al mandadero de Maduro.
Así las cosas, el régimen del oprobio navega por aguas turbulentas y cada día se acerca más el inevitable naufragio del barco de los tiranos.
