Director del IICSA: “Las 14 lenguas indígenas del Ecuador están en riesgo de desaparecer”

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La trasmisión de las lenguas indígenas es importante para la sobrevivencia de sus tradiciones, cultura, leyendas y cosmovisión. Foto: Archivo Andes

Quito (Andes).- Sobre los ríos Conambo y Pinduyacu (en la provincia amazónica de Pastaza) habitan aproximadamente  700 personas de la nacionalidad Kiraniata Sapara. De ellos solo tres ancianos conservan, en un 70%, su lengua ancestral conocida como Sapara por lo que esta se encuentra en peligro de extinción.

Césareo Santi era el único que conservaba al 100% este lenguaje ancestral y con su muerte, el año pasado, se llevó en parte la oportunidad de conservar el idioma original. En la misma provincia, en los ríos Andoas y Pastaza, se encuentra la nacionalidad Andwa cuyo lenguaje, el Andoa, está extinto al no existir hablantes vivos que lo practiquen.

En Ecuador existen 14 lenguas indígenas y todas tienen un grado de vulnerabilidad, incluso el kichwa -que es la más utilizada y que ha desplazado a otras lenguas ancestrales- podría extinguirse si es que las nuevas generaciones no continúan usándola en su diario vivir.  Así lo explicó a Andes Luis Males, director del Instituto de Idiomas, Ciencias y Saberes Ancestrales (IICSA), organismo encargado de defender la conservación de las lenguas indígenas.

“A manera general ninguna de las lenguas tiene un grado de vitalidad alto y tenemos algunos riesgos. La lengua Andoa, por ejemplo, ya está extinta. Sí tenemos algunos registros audiovisuales y fenomenológicos de esta, pero hablantes no existen. Otra que está en riesgo es la lengua Sapara. Hace un medio año uno de los que realmente manejaba la lengua falleció y en este contexto hemos hecho un  acercamiento a la ciudad y hemos detectado tres hablantes, que no son fluidos. Con esto decir que las 14 lenguas que existen en Ecuador están en riesgo de desaparecer”, aseguró Males.

El estudio “Vitalidad y peligro de desaparición de las lenguas” realizado en 2003 por la  Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco),  señala que “una lengua está en peligro cuando sus hablantes dejan de utilizarla, cuando la usan en un número cada vez más reducido de ámbitos de comunicación y cuando dejan de transmitirla de una generación a la siguiente. Es decir, cuando no hay nuevos hablantes, ni adultos ni niños”.

Según datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), del último censo de Población y Vivienda, las nacionalidades con mayor número de habitantes son la Kichwa con 724 mil personas y el Shuar con 79.000. Las otras nacionalidades tienen menos de 5.000 habitantes, y hay incluso lenguas como el Sapara o el Epera que tienen menos de 600 por lo que es muy difícil que el idioma siga transmitiéndose. Además el número de habitantes no asegura que todos hablen su idioma original.

Males afirmó que, de acuerdo con el estudio de la Unesco, todas las lenguas indígenas del país tienen un grado de vulnerabilidad. “En el caso del Kichwa el problema es la transmisión intergeneracional. En los medios rurales se mantiene fuerte pero en la ciudad la lengua se pierde por los procesos de migración”, aseguró.