
La perspectiva estable significa que la agencia tendrá que esperar al menos seis meses para cambiar la nota del país. El grado de inversión representa la garantía de que el país no corre el riesgo de dar calote en la deuda pública.
En un comunicado, S & P informó que Brasil está demorando para implementar las reformas que reduzcan los riesgos fiscales del país, principalmente la de la Previdencia. “A pesar de varios avances de la administración [Michel] Temer, Brasil ha hecho un progreso más lento de lo esperado en implementar una legislación significativa para corregir el deslizamiento fiscal estructural y el aumento de los niveles de endeudamiento”, justificó la agencia.
Desde febrero de 2016, Brasil estaba encuadrado dos niveles por debajo del grado de inversión. Las otras dos principales agencias de clasificación de riesgo, Fitch y Moody’s aún no cambiaron la nota del país y continúan manteniendo a Brasil dos niveles por debajo del grado de inversión.
A finales de diciembre, el Ministro Henrique Meirelles hizo una conferencia telefónica con las tres principales agencias de clasificación de riesgo. El mandatario pidió que S & P, Fitch y Moody’s aguardar la votación de la reforma de la Previdencia prevista para febrero, antes de tomar cualquier decisión sobre la nota de Brasil.
En una nota divulgada esta noche, el Ministerio de Hacienda informó que el gobierno sigue comprometido con las medidas de ajuste fiscal y con la reforma de la Previsión. “El gobierno refuerza su compromiso en aprobar medidas como la reforma de la Previdencia, la tributación de fondos exclusivos, la reanudación de la nómina, aplazamiento del reajuste de los funcionarios públicos, entre otras iniciativas que contribuyen a garantizar el crecimiento sostenible de la economía brasileña y el equilibrio fiscal de largo plazo”, destacó el texto.
Agencia Brasil









