El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos valoró los avances propiciados en el marco del Acuerdo de Paz suscrito entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, asegurando que este año 2018 será el año del afianzamiento institucional y democrático de la paz.
“Hoy, transcurrido menos del 8% del tiempo previsto para la implementación del Acuerdo Final de Paz, los avances son claros: pusimos fin a un conflicto de más de medio siglo, sentamos las bases institucionales y normativas y avanzamos decisivamente en la construcción de la paz”, expresó.
Las declaraciones las realizó el jefe de Estado al encabezar en Cartagena una reunión del componente internacional de la Comisión de Seguimiento, Impulso, Verificación a la Implementación de los Acuerdos de Paz (CSIVI), con la participación de los expresidentes del Gobierno español, Felipe González, y de Uruguay, José Mujica.
En el encuentro se revisaron tanto avances como retos y prioridades en los tres pilares de la construcción de paz estable y duradera que se quiere para Colombia y que tiene que ver con el fortalecimiento a la Seguridad, la reconciliación y la convivencia e impulsar las oportunidades que la paz trae a los colombianos.
“Construir paz y dejar atrás para siempre las divisiones, los odios, la intolerancia y la violencia es el gran y hermoso desafío que el gobierno, las FARC, el Estado y sobre todo los colombianos, debemos asumir”, expresó.
Ante esto el Mandatario explicó que dentro de los desafíos para este año en la materia está trabajar en el pleno funcionamiento del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición que permitirá conocer la verdad, impartir justicia y reparar a las víctimas del conflicto. Además habrá una gran convocatoria ciudadana nacional por la causa de la reconciliación y contra la violencia que tendrá lugar en todos los territorios del país.
Por último se realizará un debate político de altura y con plenas garantías de seguridad para que todo colombiano materialice con su conducta, la decisión de proscribir para siempre la violencia como instrumento para tramitar diferencias políticas.
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