La intolerancia del Papa Francisco

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Quinta audiencia en el Vaticano para la exmandataria argentina. Con los kirchneristas todo sonrisas (Foto: Presidencia)

Si alguno dice, Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.  Porque el que no ama a su hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?   Juan 4:20: 20 

Cuando asumió el papado, yo fui uno de los engañados, creía que con Bergoglio entraba una bocanada de aire fresco a las arcaicas paredes del Vaticano, pero me equivoqué; con este cardenal argentino llegaba la intolerancia y la política de un personaje embebido en un totalitarismo atroz.
Defensor a ultranza del kirchnerismo que se robó todo en Argentina, el pontífice intolerante recibía a cada instante a los siniestros personajes del gobierno de Cristina Kirchner, mostrando su mejor sonrisa.
Francisco varias veces le dio audiencias en Roma a la expresidenta K, la misma que cuando era cardenal en Buenos Aires, lo ninguneaba y lo hacía esperar por horas en los pasillos de la Casa Rosada, para luego decirle que no podía recibirlo.
Cristina Kirchner hizo lo que quiso con el Papa, incluso hacerle llamar desde la Santa Sede a la abuela de uno de sus diputados, para saludarla por el cumpleaños.
Con los kirchneristas todo era jolgorio y risas, pero con Macri, presidente votado por el pueblo argentino, Bergoglio demostró su intolerancia. En su primera audiencia lo recibió tan solo 21 minutos y no dejó escapar ni una sonrisa ni para las fotos.
Las burlas de este Papa intolerante llegaron al colmo cuando al sobrevolar el territorio argentino en su viaje a Chile, envió el saludo protocolar al presidente Macri, pero escrito en inglés.
Ahora en Chile, Francisco le negó por dos veces una breve audiencia al presidente electo, Sebastián Piñera, porque el intolerante Papa no perdona que la izquierda perdiera las elecciones y ganara un derechista.
Las atrocidades del régimen chavista no han recibido por parte del Papa una condena firme y dura como merece una dictadura que hambrea al pueblo y lo reprime con salvaje brutalidad.
A estas alturas al Papa Francisco le convendría darse un baño de humildad y dejar de lado su pasmosa intolerancia y acercarse a las enseñanzas de Cristo, de las que parece haberse alejado.
El Papa pide que recen por él, sería bueno hacerlo para ver si se logra erradicar el desprecio que encierra en su corazón a todo lo que no es de su preferencia política.
Está muy bien que pida perdón por los abusos sexuales a menores por parte de los curas pedófilos, pero con eso no basta, debe actuar con mano firme para erradicarlos de inmediato de la iglesia y no darle largas al asunto.
Soy católico, pero no quiero un Papa que antepone sus creencias políticas a su función de pastor y le reclamo un poco más de humanidad y tolerancia para quienes no piensan como él, porque la frase de Juan con la que iniciamos este artículo es elocuente: “Si alguno dice, Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso”.
En el siguiente video se ve claramente las diferencias en los saludos del Papa. A Piñera friamente, pero pasos más adelante saluda efusivamente al ex presidente de izquierdas Ricardo Lagos