
Fue arrestado por la Policía Rodoviaria Federal cuando intentaba atravesar la frontera con Bolivia. El habeas corpus fue concedido por el desembargador José Lunardelli, del Tribunal Regional Federal de la 3ª Región, con sede en São Paulo. En el despacho, él revocó la prisión preventiva, pero prohibió a Battisti dejar la comarca de residencia sin autorización judicial.
La PF declaró que el activista fue arrestado con 6.000 y 1.300 euros. En los viajes fuera del país, los valores en cualquier moneda superior a los 10 mil reales, deben ser declarados, bajo pena de encuadramiento en delito de evasión de divisas. Según la defensa, el italiano y otras dos personas, que fueron liberadas, portaban R $ 25 mil, cantidad considerada por los abogados como compatible con el viaje que estaban realizando.
Para el desembargador, la conducta de evasión de divisas está bien delineada, conforme el auto de prisión en flagrante de la PF, y debe ser investigada. Sin embargo, según él, no se constata ningún elemento que indique la práctica del crimen de lavado de dinero. “No hay ningún indicio de que el acusado habría ocultado o disimulado el origen, localización, disposición, movimiento o propiedad de los valores, tampoco existe sustrato fáctico capaz de indicar el origen criminal del efectivo aprehendido”, dice Lunardelli, en la decisión.
En el decreto de prisión preventiva, el juez Odilón de Oliveira, de la 3ª Vara Federal en Campo Grande (MS), justificó que “al menos en carácter provisional, Cesare Battisti buscaba evadirse del territorio nacional, temiendo ser efectivamente extraditado”. Según el magistrado, los antecedentes del activista son “gravísimos”, está en situación de refugiado y se dirigía a un país extranjero sin comunicar al gobierno brasileño.
Sin embargo, el desembargador José Lunardelli, alerta que Battisti no es refugiado pues obtuvo el visado de permanencia del Consejo Nacional de Inmigración.
La prisión de Cesare Battisti se produjo en el momento en que Italia busca su extradición junto al gobierno brasileño. El jueves (5), el ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Angelino Alfano, dijo, a través de una red social, que está trabajando con las autoridades brasileñas para garantizar la extradición. Los contactos no son confirmados oficialmente por Brasil.
Ayer, la defensa de Battisti también pidió al Supremo Tribunal Federal (STF) que impida eventual decisión del gobierno brasileño para extraditarlo a Italia.
Protegido por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva
En 1988, Battisti fue condenado en Italia a cadena perpetua por cuatro homicidios cuando integraba el grupo Proletarios Armados por el Comunismo. El terrorista llegó a Brasil en 2004, donde fue arrestado tres años después, pero tuvo la condición de refugiado político reconocido por el gobierno federal. El gobierno italiano pidió la extradición del activista, aceptada por el STF, en 2010. Sin embargo, en el último día de su mandato, en diciembre de 2010, el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva decidió que Battisti debería quedarse en Brasil, el acto fue confirmado por el STF.
La Corte entendió que la última palabra en el caso debería ser del presidente, porque se trataba de un tema de soberanía nacional. Battisti fue liberado de la Penitenciaría de Papuda, en Brasilia, el 9 de junio de 2011, donde estaba desde 2007. En agosto de ese año, el italiano obtuvo el visado de permanencia del Consejo Nacional de Inmigración.
Fuente Agencia Brasil









