
El 3 de octubre, el Departamento de Estado informó al Gobierno de Cuba que ordenaba la salida de 15 de sus funcionarios de su embajada en Washington, DC.
El comunicado de EEUU expresa que, “La decisión se tomó debido a que Cuba no tomó las medidas apropiadas para proteger a nuestros diplomáticos de acuerdo con sus obligaciones en virtud de la Convención de Viena. Esta orden garantizará la equidad en nuestras respectivas operaciones diplomáticas.
El 29 de septiembre, el Departamento ordenó la salida del personal no urgente asignado a la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, así como a todos los miembros de la familia. Hasta que el Gobierno de Cuba pueda garantizar la seguridad de nuestros diplomáticos en Cuba, nuestra embajada será reducida a personal de emergencia para minimizar el número de diplomáticos en riesgo de exposición a daños.
Seguimos manteniendo relaciones diplomáticas con Cuba y continuaremos cooperando con Cuba a medida que prosigamos la investigación de estos ataques”, señala la declaración oficial del Departamento de Estado norteamericano.









