El gobierno del Frente Amplio en Uruguay se encuentra en crisis afectado por la corrupción

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Presidencia de Uruguay (Foto: ICN Diario)
La corrupción es la práctica que consiste en hacer abuso del poder de funciones o de medios para sacar un provecho económico o de otra índole. Se entiende como corrupción política al mal uso del poder público para obtener una ventaja ilegítima.
Antes de que la coalición de partidos que gobierna Uruguay (Frente Amplio) llegara al poder en el 2004, desde la oposición se habían ocupado de denunciar presuntos casos de corrupción y veían al capitalismo como el principal mal que afectaba al país y encontraban corrupción en todo y los únicos que irradiaban pureza eran ellos los partidos de izquierda. Las negociaciones por la deuda externa con el FMI eran negociaciones diabólicas y recibir a técnicos del Fondo era recibir al diablo.
Pero el tema cambio cuando llegaron al poder y ya ahí el FMI no era tan malo y así vimos al flamante Ministro Astori celebrar acuerdos con el Fondo y se llenaban el pecho de que había llegado la pureza al gobierno. La luna de miel duro muy poco y el primer gobierno del Frente Amplio de Tabaré Vázquez se vio enredado con el fenómeno de la corrupción que venía desde el izquierdista gobierno municipal de la capital. Allí fueron procesados el ex Director Municipal de Casinos y de la investigación se salvaron la actual Ministra de Educación que en ese entonces era secretaria general municipal y el ex Intendente de Montevideo Arquitecto Mariano Arana ya que un fiscal increíblemente no presentó a tiempo un escrito a la justicia. El segundo gobierno de la izquierda del ex guerrillero José Mujica también se vio enredado con este flagelo y llevó a que se liquidara la empresa estatal de aviación PLUNA y por un aval bancario en el remate de los aviones de la aerolínea fueron procesados el Presidente del estatal Banco de la República y el Ministro de Economía de ese entonces. En el actual tercer gobierno del Frente Amplio de Tabaré Vázquez la crisis se agudiza por las denuncias de corrupción en la administración de la empresa petrolera estatal ANCAP, que llevan a la renuncia de quien fuera su presidente en ese entonces y que ocupara la Vicepresidencia de la República Raúl Sendic.
Este último caso provocó una crisis muy importante en filas del gobierno de izquierda donde es superada por medio de un acuerdo político entre el Presidente de la República Tabaré Vázquez y el ex Presiente el “Tupamaro” José Mujica y así le aceptan la renuncia al vicepresidente Raúl Sendic a quien el Tribunal de Conducta Política de su partido lo acusó de malversación de gastos en el uso de las tarjetas corporativas de la petrolera nacional ANCAP que el presidia.
En estos momentos, tal y como conocemos a través de diversos medios de comunicación en muchos países se han producido numerosos casos de corrupción política. Esto viene a demostrar no sólo la impunidad con la que pueden actuar los distintos dirigentes sino también la necesidad imperiosa del endurecimiento de las leyes para estas situaciones y de una reforma política generalizada.
En Uruguay para el presidente de la Junta de Transparencia (JUTEP), Ricardo Gil, el principal problema es que en el país no existe un sistema pensado para combatir la corrupción. “Hoy tenemos actores que funcionan por separado pero no hay un sistema claro y definido para combatir la corrupción. Hay actores que actúan –y capaz que muy bien– pero no tenemos una estructura concebida para que esto sea eficaz y tengamos los resultados que tenemos que tener para prevenir la corrupción y castigarla”. “Existe una percepción de impunidad por parte de los corruptos, que les permite hacer cosas que no se deberían permitir, manifestó Gil.
“Desde la JUTEP una de las preocupaciones mayores que tenemos no es qué protagonismo tiene, sino qué deberíamos hacer dentro de un sistema de combate a la corrupción. Qué lugar nos toca, qué deberes debemos cumplir para que nuestra parte sea efectiva. Estoy hablando de un conjunto de actores que deberíamos trabajar articuladamente para combatir la corrupción”, y mencionó al Poder Judicial, la Fiscalía General de la Nación y actores de la sociedad civil, entre otros.
Esto demuestra que continuamos huérfanos de legislación al respecto y las denuncias de presuntas corrupciones arrecian al gobierno frentista y además se continua adelante con la derogación del delito de abuso de funciones en el parlamento.
Existen también las denuncias por los manejos en la fracasada obra de la Regasificadora y las implicancias de ex directores de UTE por su vinculación a empresas proveedoras.
Pero no solo en el gobierno frenteamplista vemos corrupción, hoy los sindicatos no son ajenos y así existe una denuncia por desviación de fondos en el Plan de viviendas del PIT CNT.
Hoy la corrupción campea en nuestro país bajo el gobierno del Frente Amplio. Existen procesados por abuso de función en el Estado, los representantes de los trabajadores también son procesados por abuso de función, y los políticos también, y ahora empiezan a aparecer irregularidades graves, incluso con faltante de dinero en varios Sindicatos del PIT CNT. Sin embargo a pesar de haber separaciones de cargos e incluso procesamientos, del tema poco se habla pues parecería que los que fueron juzgados –o separados de los cargos- no serían los únicos implicados. O también se llegan a acuerdos políticos como el de Vázquez y Mujica para la salida de Sindica del gobierno.
En el Parlamento prosperó una Comisión Investigadora respecto a ANCAP y de ella salió una denuncia penal de toda la oposición por la presunción de delitos graves que afectarían al ex presidente de ANCAP y ex vicepresidente de la República Raúl Sendic. Mientras a todo esto desde el gobierno no se hace nada y se dice que todo va marchando. La corrupción está latente y no la ve quien no quiere. Para eliminarla hay que asumirla y conocerla para establecer sus controles. Debe el estado acentuar sus controles, darle herramientas a la JUTEP y más celeridad a la justicia sino nos pasa por arriba.
Jorge Basur