El que tenga oídos, que oiga
Mateo 13, 1-9
En medio de sonrisas, el cura kirchnerista Juan Carlos Molina, en su programa ‘Rompiendo moldes’ de radio Rebelde de Argentina, le hizo una entrevista al dictador venezolano Nicolás Maduro en momentos en que se instalaba en Venezuela, la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Molina, desde el comienzo, dio cátedra sobre la forma de ser obsecuente ante un siniestro personaje, que es el verdugo de su pueblo y no es porque lo acuse EEUU, el mundo entero lo cuestiona, desde todos los sectores de la sociedad.
Hay que partir de la base que Maduro no le daría una entrevista radial -a distancia- a alguien que le pusiera en aprietos con una pregunta comprometedora. Todo dicho.
Al cura Molina parece no importarle el sufrimiento del pueblo venezolano que lucha y muere en las calles enfrentando al salvaje aparato armado del régimen chavista, ni la corrupción y la intolerancia del dictador y su entorno.
El sacerdote ha escrito en Twitter un agradecimiento al dictador venezolano: “Gracias @NicolasMaduro por regalarnos este rato de charla inmensa en @rompermoldes !Hasta la victoria siempre!”
Gracias @NicolasMaduro por regalarnos este rato de charla inmensa en @rompermoldes ! Hasta la victoria siempre!
— Juan Carlos Molina (@juanKa_molina) 5 de agosto de 2017
¿Quién es Juan Carlos Molina?
En 2013, el sacerdote argentino Juan Carlos Molina, fue nombrado como titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), por la entonces presidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y ejerció el cargo hasta el 2015. Según el sacerdote viaja con frecuencia al Vaticano para encontrarse con el Papa, con quien dice hablar por teléfono una vez por semana.
Molina defiende a la kirchnerista Milagro Sala, una mujer que según las pruebas, utilizó en provecho propio las ayudas financieras que le enviaba desde el gobierno Cristina Kirchner. Basta ver la cantidad de automóviles alta gama que posee ella y su familia y la casa con pileta de natación en Jujuy.
En el portal Hamartia, Molina responde a una serie de preguntas que definen claramente su perfil y anuncia que comenzó a reivindicar al Papa Francisco “Cuando me doy cuenta cómo va manejando el poder del Vaticano, cuando recibe a Cristina, cuando empiezo a entender que es un peronista kirchnerista” El cura Molina asegura que el Papa respalda a Maduro cuando expresa: “El tipo se pone a jugar fuerte en Venezuela para que no lo destituyan a Maduro, yo no puedo no ponerme del lado de Francisco”.
En esa entrevista del portal Hamartia, el periodista le pregunta a Molina: ¿Eras anti Bergoglio? y el cura responde:
“No me gustó lo que dijo en la misa de Néstor, me pareció un hipócrita y se lo dije y lo dije públicamente. ¿Y cuándo empiezo a reivindicarlo? Cuando me doy cuenta cómo va manejando el poder del Vaticano, cuando recibe a Cristina, cuando empiezo a entender que es un peronista kirchnerista. Bergoglio es Bergoglio. Yo no soy Verbitsky, no tengo su postura. El Papa es un tipo que a mí me recibe sin conocerme, con quien hablamos una vez por semana, le pregunto cosas y le cuento que andamos atrás de lo de Milagro (Sala). Cuando vos tenés este Episcopado acá, a mí no me queda otra que reivindicarlo. El tipo se pone a jugar fuerte en Venezuela para que no lo destituyan a Maduro, yo no puedo no ponerme del lado de Francisco”.
Molina no menciona la corrupción en el entorno de Cristina Kirchner: José López y sus 9 millones de dólares que pretendía esconder en un convento trucho en Argentina. No habla del negociado de la efedrina ni de Aníbal Fernández, ni de Ricardo Jaime, ni de Amado Boudou, ni del enriquecimiento de la familia Kirchner.
R.C. Gómez
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