
Por Jorge Basur – Especial para ICN Diario.-
Los resultados de las Elecciones PASO 2017 en la República Argentina dieron una victoria importante al presidente Mauricio Macri, que, pese a la crisis económica que remonta su gobierno, obtuvo un gran resultado en las primarias en todo el país y de esa manera consolida su poder y convierte a su fuerza política Cambiemos, en la primera de Argentina.
Macri dijo luego de conocido el triunfo que “Estamos empezando a recorrer los 20 años mejores de la historia argentina”, aunque la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio una pelea importante por ganar la provincia de Buenos Aires y de esa manera llega a un empate técnico con Cambiemos.
La realidad que quedo al mirar los resultados globales es que los candidatos de Cambiemos han obtenido importantes triunfos sobre el peronismo en distritos clave como la ciudad de Buenos Aires, donde alcanzan casi el 50% de los votos, Córdoba, Mendoza e incluso en Santa Cruz, bastión histórico del kirchnerismo, lo que consolida el poder de Cambiemos. Ahora solo resta esperar a octubre para ver el resultado definitivo.
La votación da un triunfo mucho más amplio de lo esperado al oficialismo en casi todo el país en las PASO. (las elecciones primarias que definen las listas que el 22 de octubre pelearán por un lugar en el Congreso). Pero para Esteban Bullrich, ex Ministro de Educación de Macri, no le fue tan fácil, si bien al principio sacó ventaja desde el primer momento del escrutinio en la poderosa provincia de Buenos Aires, poco a poco la distancia se le fue acortando hasta llegar a un empate al 95% escrutado, momento en el que el recuento se detuvo. Los resultados finales se conocerán dentro de varios días.
Si se mira el resultado en todas las provincias, Macri y Cambiemos muestran un enorme dominio de la política argentina que impone un mensaje dentro y sobre todo afuera, para los inversores internacionales, y es que el presidente controla el país y todo indica que lo va a seguir haciendo por bastante tiempo. Los mercados captaron el mensaje rápidamente y así el dólar bajó y las acciones de las empresas argentinas subieron a primera hora de la mañana del lunes posterior a la elección.
“No queremos volver al pasado”, expreso el Gobernador de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta en pleno festejo. El mensaje de Rodríguez Larreta fue repetido por todos los candidatos macristas que le sucedieron en la palabra.
“Estoy conmovida y azorada. Estoy acostumbrada a perder, no a ganar”, dijo la senadora Elisa Carrió, la cabeza de lista de Cambiemos en la ciudad de Buenos Aires, la gran triunfadora de la elección”. “Hoy la República se ha reafirmado a lo alto y ancho de la Nación”, agregó, muy emocionada. Considerada el ariete anticorrupción de Cambiemos, la legisladora está en el mejor momento de su carrera y gana cada vez más terreno en el partido. El destaque mayor lo tuvo la otra protagonista principal de la elección, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. “Este país y esta provincia se están transformando por primera vez en profundidad”, dijo Vidal. La gobernadora llamó a los bonaerenses a “sostener la esperanza” y a respaldar al Gobierno para que pueda llevar adelante los cambios que necesita. “Durante más de 25 años te bancaste el maltrato y la indiferencia, cómo no vas a apostar a una nueva oportunidad”, preguntó Vidal. La mandataria criticó también al kirchnerismo por no hacer frente a las mafias ni a la corrupción y no realizar obras suficientes en la provincia más grande del país. “Son los mismos que durante 30, 40, 50 años te hicieron creer que tenías que vivir en el barro. Y hoy ves a las máquinas trabajando”.
“El cambio está más vivo que nunca” dijo Macri cerca de las once de la noche. El presidente argentino reiteró su mensaje de diálogo y unión entre los argentinos, pero una y otra vez marcó diferencias con el kirchnerismo, al que acusó de mentir, de no tener “un mínimo de humildad y de amor por Argentina” y de poner “palos en las ruedas” para entorpecer la transformación iniciada por el Gobierno. .Macri tuvo palabras de elogio para las dos grandes triunfadoras Elisa Carrió y María Eugenia Vidal.
“Ahora se ve que esto no fue un veranito de una elección, el cambio no tiene marcha atrás. Yo sé que estos 19 meses han sido difíciles. Si hubiese tenido alternativa a muchas decisiones, sobre todo subir las tarifas, lo habría hecho. Agradezco que a pesar de las dificultades, los argentinos hayan creído que este era el rumbo correcto” dijo Macri en rueda de prensa tras la victoria.
EL PERONISMO. EL GRAN DERROTADO
El peronismo sale muy debilitado de elección. Aunque hay resistentes como el expresidente Carlos Menem, que ganó en La Rioja con un 44,6% pese a estar impedido por tener una condena judicial y a la espera de que la Corte Suprema lo habilite, los candidatos macristas ganaron en las provincias más grandes del país, aquellas que más diputados suman en el Congreso y donde hasta ahora tenían muy poca presencia.
El Gobierno ganó en la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. Perdió por la mínima diferencia en Santa Fe. Y gano incluso en provincias consideradas feudos particulares, como San Luis, en manos de los hermanos Rodríguez Saá desde el regreso a la democracia, en 1983, o Neuquén. En la sureña provincia de Santa Cruz, cuna del kirchnerismo, donde gobierna la hermana del expresidente Néstor Kirchner y Cristina Fernández vive la mayor parte del año, el macrismo también se alzo con la victoria…
El sistema electoral de argentina hace que el gobierno esté sometido a reválidas constantes: cada dos años hay elecciones y toda la economía depende de cómo resulten. Macri, que ganó en 2015 por solo tres puntos de diferencia y estando en minoría en el Congreso, se enfrento a su primera gran reválida. Mientras que Cristina Fernández de Kirchner, la expresidenta, ha vuelto a la política como candidata a senadora y logró convertir las elecciones en un gran plebiscito para Macri, el presidente supero por el momento esa prueba y ahora espera con mayor tranquilidad lo que pase en octubre.
Casi todas las encuestas situaban a la expresidenta como primera con comodidad en la provincia de Buenos Aires. Pero en la noche electoral las cosas cambiaron y la diferencia entre Kirchner y Bullrich fue insignificante.
EL KIRCHNERISMO VINO POR LA VUELTA
Macri se jugaba mucho en estas elecciones. Si Kirchner ganaba la elección por una amplia diferencia se le complicaba el panorama para seguir al presidente Macri. Igualmente nadie entiende bien cómo es posible que una expresidenta que fue derrotada hace dos años, ha sufrido escándalos de corrupción gravísimos en su entorno –su secretario de Obras Públicas fue detenido mientras lanzaba bolsos con nueve millones de dólares a un convento para esconderlos- y tiene ella misma varias causas pendientes, esté en condiciones de ganar elecciones en la provincia más importante del país.
Para Cristina Fernández casi todo en ella es particular. No se presenta por el peronismo, ha creado su propio partido, Unidad Ciudadana. No ha ofrecido una sola entrevista y casi no ha hecho mítines. Se presento en la provincia de Buenos Aires pero su residencia y su voto está en Santa Cruz. Y esta vez ni siquiera fue a votar porque dice que no le daba tiempo a volver en el día a seguir la noche electoral en Buenos Aires. Todo es atípico, y es la única candidata que no ha votado, pero a sus seguidores nada parece importarles.
Si ella vencía con comodidad, el mundo del poder estaba listo para culpar a Macri y el poder económico ya estaba asustado ante su posible regreso. Si se consolida este éxito del presidente en octubre, todos esos que dudaban tendrán que rendirle pleitesía. Macri está acostumbrado a ser infravalorado, pero siempre se acaba imponiendo en las elecciones desde que ganó por primera vez en la ciudad de Buenos Aires en 2007.
Los argentinos votaron a Macri hartos del kirchnerismo y sobre todo convencidos de que el empresario multimillonario, que venía de una buena gestión primero en Boca Juniors y después en la ciudad de Buenos Aires, le daría la vuelta a la crisis y traería crecimiento. Pero el primer año de gobierno para Macri fue durísimo, debió afrontar una inflación del 40%, casi 1,5 millones de nuevos pobres y una caída fuerte sobre todo de la industria y el comercio, sector clave precisamente en el conurbano bonaerense donde más votan a Kirchner. El segundo año está siendo mejor pero la recuperación que ofrecen las grandes cifras aún no llega a los barrios donde es fuerte Cristina Fernández.
En esa crisis trató de sostenerse y proyectarse Cristina Fernández de Kirchner para su regreso triunfal y ayudada por la distribución de canastas y dinero en sus comités.
Pero con este resultado, los argentinos parecen darle a Macri un gran margen de confianza para seguir marcando el ritmo político en los próximos dos años. El presidente explicó durante la campaña que su cambio lleva tiempo. Y que no tenía sentido volver a lo anterior. Parece ser que la ciudadanía mayoritariamente, le está dando ese tiempo que él pedía. Si se confirma en octubre este resultado, el presidente Macri puede contar con mucha calma para rematar su política económica. Pero en Argentina en materia política todo puede cambiar en horas, como se pudo apreciar en esta elección. La de octubre nos revelara definitivamente esta interrogante.












