
En total, se identificaron 2.607 especies de animales consideradas raras, endémicas o bajo amenaza de extinción en Bahia. Sin embargo, 331 de ellas fueron incluidas en la lista de protección, en niveles variados de amenaza: “vulnerable” (140); “en peligro de extinción (131); “en peligro crítico” (54); y “regionalmente extinta” (5).
Todas las especies listadas bajo esas categorías pasarán a contar con la protección integral de los órganos de defensa del medioambiente. Queda prohibida la captura, el transporte, el almacenamiento, la custodia, el manejo, el procesamiento y la comercialización de esos animales, que incluyen los jaguares, los guacamayos de Spix, las águilas harpías, los loros vináceos, las águilas coronadas, las tortugas carey, las tortugas verdes, las tarántulas, las serpientes de coral, las culebras oliváceas, los carpinteros amarillos, las estrellas del mar, los tiburones, los caballitos de mar, las bogas, los peces sierra, los atunes de aleta azul y los monos aulladores marrones.
Las especies de “interés social” pueden ser explotadas mediante la regulación y la autorización del Instituto del Medio Ambiente y Recursos Hídricos (Inema), con base en criterios específicos. Entre dichas especies se incluyen las abejas sin aguijón, varias especies de cangrejos, y peces como bagres, abadejos, meros y tiburones martillo.
Planes de acción
Según la Secretaría de Medio Ambiente, Bahia se ha convertido en el séptimo estado brasileño en listar especies en peligro de extinción para su protección. La Lista Roja, como ha sido llamada por el órgano, es considerada importante pues impulsa “iniciativas y políticas que podrían evitar las amenazas a esas especies”.
Las leyes del estado requieren que la lista sea revisada y actualizada periódicamente. La secretaría está ahora a la espera de que concluyan los planes de acción para las especies amenazadas y la lista final de las especies de plantas amenazadas, que se encuentra en fase de elaboración y según el órgano se publicará “pronto”.
La catalogación de especies amenazadas fue resultado de un trabajo conjunto entre el SEMA, el Instituto Dríades de Investigación y Conservación de la Biodiversidad, universidades de Bahia, y el Inema, totalizando 115 expertos de 40 instituciones.












