
Chile desconoce los aportes que las mujeres han realizado a la sociedad a lo largo de la historia, desconoce por ejemplo que el principio de igualdad y su evolución en las políticas públicas ha sido gracias a la lucha feminista que ha reivindicado la igualdad formal entre varones y mujeres como uno de sus principales reclamos. Desconoce también que el concepto género fue utilizado por primera vez por Robert J. Stoller, en 1968 y desarrollado por el feminismo a través de Kate Millett una Feminista Radical.
Las chilenas y chilenos también desconocemos que el pueblo Mapuche, según investigaciones oficiales, en su antigua dinámica social entrega indicios de una sociedad igualitaria: “Hacia fines del siglo XVII, el sistema social igualitario de la sociedad mapuche se vio afectado, cuando comenzó a asentarse una estratificación social a pesar de la importante tradición igualitaria de la sociedad”.
Desconocemos que en esta sociedad ambos sexos trabajaban, aunque desempeñando labores diferente, y desconocemos también la riqueza de su lenguaje (clave de una sociedad igualitaria) el cual según Catalina Olea (2010) fue propagándose por boca de las mujeres y su descendencia, hasta llegar a ser hablado en un vasto territorio. A diferencia de lo ocurrido con otros pueblos donde la transmisión de su idioma a otras colectividades fue una imposición producto de la guerra y la conquista.
La riqueza y el trasfondo del lenguaje Mapuche se puede palpar por ejemplo en la palabra libertad; mientras nosotros/as bajo la tradición jurídica de occidente entendemos la palabra libertad como “la falta de sujeción y subordinación” ó como “el estado del que no es esclavo”, ó del que “no es prisionero”. El pueblo mapuche en palabras del etnógrafo chileno Ziley Mora Penros, la entiende como “hacerse dueño de mismo”.. ¿menuda diferencia, No?.
En sí, la gran deuda para el pueblo Mapuche y para la historia de las mujeres de la mano del movimiento social y político de nombre Feminismo es la invisibilización, la ausencia de valor versus la alta presencia de información sustentada en prejuicios y estereoripos que anulan, postergan y alimentan acciones y aseveraciones tóxicas y negativas para el buen desarrollo social y cultural. El por qué sucede esto es claro. No existe educación bien intencionada al respecto. A nuestro pueblo Mapuche se le ha marginado a un imaginario que lo limita a solicitud de tierras, telares y música en tanto al feminismo a un imaginario de mujeres que quieren igualarse a los hombres. ¿Resultado de ello? ni entendimiento, ni reflexión, ni valoración. Mi invitación es simple sobreexplotemos el perdón y subsanemos por medio de una educación popular y formal que permita re-valorar, reflexionar y tomar conciencia desde una mirada positiva a ambos colectivos.
¿Y por qué? por una gran razón, parte del territorio Chile existe gracias al pueblo Mapuche único pueblo que no fue conquistado. Y yo, tú y ustedes utilizamos ése territorio, utilizamos sus bondades gracias a años de resistencia Mapuche y en este mismo hablamos de Igualdad, de género y de derechos humanos, gracias a la voz, muchas veces silenciada, de un sin fin de mujeres.
Sigrid Pulgar
Diplomada en Genero e Igualdad por la Universidad Autònoma de Barcelona
Máster en Estudios Universitarios Feministas por la Universidad Complutense de Madrid













genial.comparto tu pensamiento
Comments are closed.