
Otra vez defendiendo a la dictadura implantada a sangre y fuego en Venezuela, el boliviano trató de presentar una imagen irreal sobre la brutalidad del régimen chavista e intentó presentarlo como un gobierno donde impera la democracia.
Al igual que Maduro, el presidente Morales cree que el mundo se puede tragar sus “historias” sobre lo bueno que es el mandatario venezolano y seguir con el interminable cuento de que toda la culpa la tiene Estados Unidos.
Como al sátrapa de Venezuela, a Evo Morales nadie le cree una palabra…












