El Tribunal chavista de la vergüenza: en una democracia ya estarían todos los magistrados presos

Como si fuera una película de terror, el destino de la valiente fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, está en manos de personajes que en una democracia real, ya estarían presos por sus violaciones a la Constitución y a los derechos humanos.
Un Tribunal Supremo de Justicia integrado por magistrados obsecuentes al régimen dictatorial y con un presidente, Maikel Moreno, exconvicto por homicidio, secundado en esta oportunidad por el “Defensor del Pueblo”, Tarek Willam Saab, un “fisicoculturista”, más preocupado en modelar su cuerpo frente al espejo de un gimnasio, que en defender a los ciudadanos venezolanos; el increíble “contralor de la República”, Manuel Galindo y el fiel servidor de la dictadura, el diputado Pedro Carreño, que con una denuncia inventada trata de hacer caer a la fiscal general.
Maduro y sus secuaces, ya laudaron y en la farsa de “antejuicio” a Ortega Díaz, esperarán cinco días para emitir su dictamen que separará del cargo a la fiscal general.
Con las mentiras acostumbradas, la siniestra Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ha juzgado- torciendo la realidad- a la titular del Ministerio Público, acusándola de “faltas graves”, de acuerdo a la payasesca denuncia de Carreño.
Más tarde o más temprano la democracia volverá a regir en Venezuela y la cárcel y no otro destino, es lo que les espera a estos violadores de los derechos humanos.
R.C. Gómez