En el acceso hacia Morro da Pedreira, uno de los lugares más violentos de la ciudad, los agentes de seguridad establecieron puestos de control para inspeccionar documentos personales y vehiculares. Conductores fueron obligados a bajar de los camiones y mostrar lo que que estaban transportando.
La Fuerza Nacional fue enviada a Río el martes pasado (9), después de que el gobernador del estado Luiz Fernando Pezão pidió el apoyo del gobierno federal para afrontar las altas tasas de violencia urbana. La solicitud se produjo luego de que una banda criminal intentó invadir Cidade Alta, al norte de la ciudad, el último 2 de mayo. Los criminales incendiaron nueve autobuses y dos camiones, bloqueando parcialmente el tráfico en Avenida Brasil, la principal vía de acceso a Río.
En total, se desplegaron 300 hombres de la Fuerza Nacional. Los agentes se unieron a los 125 que ya se encontraban en la ciudad desde febrero para ayudar en las labores de vigilancia tras las protestas contra la votación de medidas impopulares en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro (Alerj). Efectivos de la Policía Federal de Carreteras (PRF) también serán enviados al estado, pero hasta ahora no se ha fijado ninguna fecha para su llegada.
Agencia Brasil