El Papa Bergoglio, el marketing y el kirchnerismo

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Francisco le dijo a los jóvenes: ‘Hagan lío pero también ayuden a arreglar y organizar el lío que hacen’. Le recuerdo al Sumo Pontífice que los jóvenes de Venezuela están siguiendo su consejo, salen a la calle a manifestar en forma pacífica y el régimen de Maduro los reprime y los mata. ¡Por favor no los abandone con su silencio!

Quinta audiencia en el Vaticano para la exmandataria argentina (Foto: Presidencia)

Cuando el cardenal Jorge Bergoglio fue elegido papa en Roma, confieso que no me gustaba, en lo personal mi candidato era el cardenal Sean Patrick O’Malley, estadounidense, arzobispo de Boston, miembro de la orden de los Hermanos Menores Capuchinos. O’Malley es un hombre afable, con sentido del humor, habla inglés, castellano, portugués, alemán, italiano y francés. Su vestimenta diaria a la que no renuncia, es el clásico hábito marrón de fraile capuchino y las tradicionales sandalias. No tiene asistentes ni chofer.
Le gusta dialogar con la gente, sus sermones están salpicados de buen humor y afabilidad y utiliza las redes sociales como medio de comunicación con los fieles. Tiene su propia página web y también está en Twitter. Por su fluido castellano está muy cerca de la comunidad latina de los Estados Unidos, con la que acostumbra conversar permanentemente.
Lucha desde hace años contra la pederastia en la iglesia y encomendado por el Vaticano, O’Malley comenzó a ejecutar acciones de “limpieza” en la arquidiócesis más acusada de casos de pedofilia en EEUU. Se reunió con las víctimas, les dio amparo y respuestas. Para pagar indemnizaciones vendió la residencia del arzobispado y decidió irse a vivir a una humilde habitación de la congregación.
Ha dicho recientemente que el VatiLeaks, los escándalos de abusos sexuales, la reforma de la curia, la secularización y la evangelización, son temas que deben discutirse en las congregaciones generales.
Sean Patrick O’Malley, un papable progresista entre varios conservadores.
Jorge Bergoglio
La imagen de Bergoglio,  se vendió muy bien a nivel de marketing. Se resaltó que cuando fue a Roma iba con un solo par de viejos zapatos, que le eran cómodos. Después sus salidas del férreo protocolo del Vaticano, le granjearon enormes simpatías -entre otras buenas actitudes- incluida la mía y desde allí consideré que había sido acertada su elección.
¿Pero quién es Bergoglio en realidad?
Lo que llama la atención sobre el pontífice, es que haya recibido en el Vaticano a la exmandataria de su país, Cristina Kirchner, en seis oportunidades entre halagos y sonrisas, a pesar del desprecio y el maltrato de la ex Jefa de Estado hacía Bergoglio cuando era Cardenal en Argentina, verificado en las largas esperas del hoy papa en la antesala de la Casa Rosada, para luego comunicarle que no podía recibirlo, en una clara demostración de ninguneo imperdonable.
Marcando aún más su extraña actitud, el Papa recibió en 2016 al presidente de Argentina, Mauricio Macri, con gesto adusto y sin una sola sonrisa y al contrario de las largas entrevistas con Cristina Kirchner en Roma, a Macri sólo le concedió un breve encuentro de 22 minutos.
A pesar de la situación de intolerancia y corrupción del kirchnerismo, el Papa no cuestionó-al menos públicamente- las decisiones del gobierno kirchnerista e incluso ha recibido entre sonrisas a personajes cuestionables del gobierno de Cristina Kirchner, como el recientemente procesado Guillermo Moreno, e incluso a pedido expreso de la expresidenta, Bergoglio llamó para felicitarla por su cumpleaños, a la abuela del dirigente Andrés “El cuervo” Larroque del grupo ultra radical ‘La Cámpora’. “Hola soy Francisco”, le dijo Bergoglio a la anciana que lo escuchaba vía telefónica en Buenos Aires.
Entre esos personajes, el Sumo Pontífice ha recibido a dirigentes gremiales muy cuestionados, pero, especialmente a Omar “El Caballo” Suárez, el preferido de Cristina Kirchner que tiene su despacho tapizado de fotos de las muchas entrevistas que tuvo con el Papa mientras la justicia investiga extorsiones y estafas que hizo aprovechando su cargo, según destaca en su columna el periodista argentino Alfredo Leuco.
Francisco también ha recibido en audiencia privada a la dirigente Milagro Sala, la protegida de los Kirchner que se cargó la economía de la provincia de Jujuy y que se ha enriquecido en forma personal, desviando en su beneficio-según la Justicia- los recursos de millones de pesos que debían ser entregados a obras sociales. hechos ya comprobados por las denuncias de las propias víctimas, gente pobre de la provincia jujeña. La dirigente está siendo juzgada por sus desmanes y atropellos.
Pero al Papa, como aliento y respaldo, le ha enviado un rosario de regalo, con sus bendiciones a Milagro Sala.
Para crear más polémica, Bergoglio recibió en la Santa Sede a la autoritaria presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, que en su momento y en medio de su intolerancia feroz, insultó groseramente al Papa y a sus fieles, calificándolo públicamente de “basura fascista”.
“Bergoglio es la basura que se va a oponer siempre a alguien que quiere juzgar y condenar y hacer las cosas bien como Néstor Kirchner”, dijo de Bonafini a los medios de prensa y agregó: “La basura va junta, Macri, Bendini y Bergoglio. Son de la misma raza. Son fascismo, son la vuelta de la dictadura. Son la dictadura misma. Los tres representan la dictadura”, afirmó la titular de Madres de Plaza de Mayo.
Luego de esos ataques al Papa, la exmandataria Kirchner, le ordenó a sus seguidores que hablaran siempre a favor de Francisco, ya que ahora era el Jefe de la Iglesia y convenía tener un acercamiento directo y mostrarse junto a él, utilizándole políticamente para sus fines.
Entonces Hebe de Bonafini cambió el discurso cuando el Papa la recibió en Roma: “Me parece que Bergoglio, cuando se transformó en Francisco, creció más todavía. Y se lo dije, le dije que me disculpaba porque me había equivocado” y señaló: “Nos abrazamos un rato largo y nos sentamos uno al lado del otro”. Todos sus insultos quedaban en el pasado.
El Papa y Venezuela
A pesar de la salvaje represión de Maduro el Papa poco y nada manifiesta e incluso envía señales equivocadas sobre la realidad venezolana.
En el viaje de regreso a Roma luego de su visita a Egipto, el Papa Francisco mantuvo el tradicional encuentro con los periodistas que lo acompañaron en su peregrinación.
Al ser consultado por el periodista Antonio Pelayo, de Antena 3 sobre la situación en Venezuela, el Santo Padre respondió: “Hubo una intervención de la Santa Sede bajo pedido fuerte de los cuatro Presidentes que estaban trabajando como facilitadores. Y la cosa no resultó. Y quedó ahí.
No resultó porque las propuestas no eran aceptadas, o se diluían, era un sí-sí, pero no-no. Todos conocemos la difícil situación de Venezuela, que es un país al que yo quiero mucho. Y sé que ahora están insistiendo, no sé bien de dónde, creo que de los cuatro presidentes, para relanzar esta facilitación y están buscando el lugar. Yo creo que tiene que ser con condiciones ya, condiciones muy claras”.
Francisco agregó que “Parte de la oposición no quiere esto. Es curioso, la misma oposición está dividida, y por otro lado parece que lo conflictos se agudizan cada vez más. Pero hay algo en movimiento. Estuve informado de eso, pero está muy en el aire todavía. Pero, todo lo que se puede hacer por Venezuela hay que hacerlo, con las garantías necesarias, sino jugamos al “tin tin pirulero”, y no va la cosa”, explicó.
Sus apreciaciones generaron la inmediata respuesta del líder opositor Henrique Capriles quien criticó las imprecisas declaraciones del Sumo Pontífice sobre la crisis política nacional. Francisco apuntó a la división interna de la oposición. “Escuché unas declaraciones del Papa. Él dice que la oposición está dividida; eso no es verdad. Él habla como si unos quisieran dialogar y otros no. Los venezolanos todos queremos dialogar; pero no estamos dispuestos a un diálogo ‘Zapatero’ ”, sostuvo Capriles Radonski, miembro del partido Primero Justicia en un artículo de Deutsche Welle.
Viendo los cuestionamientos a su posición, el papa rectificó días después en un mensaje:
“Queridos hermanos y hermanas:
no dejan de llegar dramáticas noticias sobre la situación en Venezuela y el agravamiento de los enfrentamientos, con numerosos muertos, heridos y detenidos. Mientras me uno al dolor de las familias de las víctimas, a quienes aseguro oraciones de sufragio, dirijo un sentido llamamiento al Gobierno y a todos los miembros de la sociedad venezolana para que se evite cualquier ulterior forma de violencia, sean respetados los derechos humanos y se busquen soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está extenuando la población. Encomendamos a la Santísima Virgen María la intención de la paz, la reconciliación y la democracia en ese querido país”.
En referencia a una frase del Papa en su visita a Paraguay: “No hay que ser como Poncio Pilato, no hay que lavarse las manos”, sería bueno que la aplique respecto a Venezuela y su otra frase célebre dirigida a los jóvenes: “Hagan lío pero también ayuden a arreglar y organizar el lío que hacen”.
Le recuerdo al Sumo Pontífice que los jóvenes de Venezuela están siguiendo su consejo, salen a la calle a manifestar en forma pacífica y el régimen de Maduro los reprime y los mata. ¡Por favor no los abandone con su silencio!
Como católico solo espero las bendiciones de hombres que han servido a la iglesia con dignidad, como el cura de Malvín Norte, en Montevideo, el padre Julio Elizaga, un gran sacerdote que pudiendo aspirar a altas posiciones dentro del clero mundial, prefirió quedarse en su barrio, para hacer obra y ayudar a los más necesitados.
Seguramente Bergoglio no leerá este artículo y no responderá, ni siquiera lo espero. Pero como el Papa pide siempre, soy uno más que reza por él.
R.V.
prensa@icndiario.com