
Antes de que se ejerciera la votación, el representante de Rusia ante la ONU, Vladimir Safronkov, afirmó que tomando en cuenta la reunión en Moscú entre el canciller ruso Serguei Lavrov y su contraparte estadounidense, Rex Tillerson, y la reunión prevista para el jueves de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), el sometimiento del texto a votación era contraproducente.
Acto seguido la representante de Estados Unidos, Nikki Haley, sometió a votación la propuesta que recibió la negativa de Rusia y Bolivia, y las abstenciones de China, Etiopía y Kazajastán.
El representante del Reino Unido, Matthew Rycroft, reconoció la necesidad de la realización de una investigación rápida e independiente, al igual que Rusia, sin embargo, señaló que Moscú había optado por rechazar la resolución.
El diplomático recordó que era la octava ocasión que Rusia utilizaba el veto durante los últimos seis años para proteger al gobierno autoritario de Siria.
Por su parte, el embajador del régimen de Evo Morales, Sacha Llorentty, se sumó a los llamados para una investigación completa, imparcial y concluyente de los acontecimientos del 4 de abril , sin embargo, afirmó que votó en contra porque su país consideraba que el Consejo no debía ser utilizado como una caja de resonancia para lo que consideró “propaganda de Guerra,e intervencionismo”.
El diplomático boliviano consideró como una contradicción que se sometiera a votación una resolución en el Consejo –herramienta multilateral—auspiciada por aquellos que aplicaron medidas unilaterales.









