Defensor de las políticas que llevan al hambre al pueblo, este diputado del régimen y enemigo de la democracia, es un personaje desagradable, verlo y escuchar sus discursos produce repulsión por las barbaridades que dice y por su servilismo a la dictadura que oprime al pueblo venezolano.
Rodríguez, con su clásica insensatez y obsecuencia, calificó como “justicia” la inhabilitación política del gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski.
“Vaya nuestro reconocimiento a la Contraloría General de la República porque se ha hecho justicia”, dijo el diputadillo en el colmo del servilismo a sus jefes.
Según sus palabras, asoma un claro síntoma de intervención en la gobernación de Miranda, controlada por la oposición. Héctor Rodríguez afirmó que la entidad debe ser dirigida por “un revolucionario” del chavismo, o sea un golpista del régimen del terror del gobierno de Maduro.
Es el “chico de los mandados” o el recadero de Maduro y no vacila incluso en pedir la cárcel para los diputados opositores.
El día que Venezuela logre vivir en democracia, personajes como Héctor Rodríguez, deberán enfrentar a la Justicia seria y responsable y seguramente la cárcel será su destino para pagar tantas tropelías.
Opinión
