La dictadura de Cuba no deja entrar a la isla al jefe de la OEA Luis Almagro

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Almagro con Rosa María Payá en la OEA (Foto OEA)
La dictadura castrista le ha negado el visado de entrada a Cuba a distintas personalidades que iban a la isla a recibir el premio Oswaldo Payá, el disidente cubano fallecido hace ya un tiempo.
Demostrando un total desprecio por la libertad de expresión, el octogenario dictador Raúl Castro, dio la orden de no permitir la entrada a La Habana a ningún invitado de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia y prohibió la llegada del expresidente de México Felipe Calderón, la exministra de Educación de Chile, Mariana Aylwin y a última hora negó el visado al secretario general de la OEA, Luis Almagro.
El régimen dictatorial cubano no permite ningún acto de la oposición y encarcela a quien realice manifestaciones o protestas en contra del gobierno de facto.
Almagro le envió una carta a Rosa María Payá explicándole la situación:
Al respecto pongo en su conocimiento mi imposibilidad de ir dado que
mi solicitud de visa para el pasaporte oficial de la OEA fue denegada
por el Consulado de Cuba en Washington, al tiempo que me fue negada
la posibilidad de ingreso con documento uruguayo, que no requiere
visado.
En jueves pasado el funcionario de la OEA Chris Hernández-Roy fue
convocado a una reunión por el Cónsul de Cuba en Washington y el
Primer Secretario del Consulado en el curso de la cual se le transmitió:
1.-La sorpresa de las autoridades cubanas por el motivo de la visita
2.-Que no nos iban a otorgar la visa
3.-Que nuestro ingreso a Cuba sería negado, (aun en caso de viajar con
pasaporte diplomático uruguayo)
4.- El “asombro” por el involucramiento del Secretario General de la
OEA, en actividades anti-cubanas
5.-Que el motivo por el cual solicitamos las visa es considerado
“una provocación inaceptable”.
6.-Que el premio no es reconocido por el Estado cubano.
7.-Caracterizaron las actividades de “Cuba Decide” como que socavan al sistema electoral
cubano.
Hemos respondido a estas argumentaciones señalando que “el único interés de nuestra parte, ha
sido, es y será facilitar el acercamiento de Cuba a los valores y principios del sistema
interamericano, tanto en lo que refiere a la defensa de la democracia como a la promoción y
respeto de los derechos humanos, al tiempo de expandir los logros de Cuba en la ciencia, salud
y educación a nuestra región.”
Asimismo, hemos señalado que algún “análisis tan superficial como alarmista, parece haber
alertado sobre el peligro que mi visita y la ceremonia anunciada podrían tener para el futuro de
las relaciones Cuba- Estados Unidos, y el bienestar del pueblo cubano ya que se podría motivar
una actitud de endurecimiento del gobierno hacia grupos que no comulgan con este”.
Empero consideramos que “sería bastante ridículo que luego de 58 años de revolución, tanto el
bienestar del pueblo cubano, como las relaciones bilaterales con Estados Unidos, dependieran
de esta ceremonia”.
No es mi interés evaluar la situación política interna de Cuba ni sus diferentes tendencias
políticas y no me compete opinar sobre ello.
Expliqué que “mi presencia y la ceremonia del día 22 de febrero no se diferencia de otros
eventos similares que tienen lugar en otros países de la región y en los que he participado y que
se realizan sin que el gobierno los apoye necesariamente, pero sin censurarlos, porque son parte
de la tolerancia de los sistemas y valores democráticos”.
Subrayé además, que “mi única preocupación adicional es garantizar que no exista ninguna
forma de represión ni represalia alguna, sobre los organizadores del evento. Ello sería
absolutamente injusto e indeseable”.
Reiteré, que en ningún caso “mi presencia y actividades son anti-cubanas. Por el contrario
deseo que Cuba alcance los máximos niveles de desarrollo y bienestar social para su pueblo,
con todos los derechos garantizados para todos los cubanos”.
Es obvia mi discrepancia con la criminalización del grupo “Cuba Decide” pues los mecanismos
constitucionales de democracia directa que proclaman, son un instrumento esencial para la
expresión de los pueblos. Es claro además que, por el contrario, quiero honrar la memoria de
Oswaldo Payá.