El Gobierno Municipal de Montevideo juega nuevamente a la improvisación y construye, con el dinero de todos, una obra millonaria que no sirve. En lugar de un intercambiador se ha construido una “gigantesca parada de ómnibus”. Un simple desvío.
El Gobierno estuvo casi cinco años construyendo algo que no funciona. En primer lugar la obra se hizo por adjudicación directa cuando debió haber sido objeto de licitación. En segundo lugar no se consultó a los trabajadores del transporte que son los principales operadores del Sistema. El Gobierno no entiende que no se trata solo del Hardware, es decir de la obra, sino que también importa el Software, esto es, la dinámica de funcionamiento.
El Gobierno municipal nos dice que el intercambiador se hizo por razones de seguridad y confort y sin embargo, según los vecinos, se logró exactamente lo contrario. El intercambiador retrasa los ómnibus, no tiene conexiones suficientes, los transbordos prácticamente no existen, se pierden las conexiones porque el cruce interior se diseñó de forma muy complicada – solo se accede hacia el otro extremo de forma subterránea –. Los servicios que se prometieron brillan por su ausencia.
Durante toda la mañana escuchamos a los vecinos y comerciantes y no pudimos recoger una sola opinión positiva de lo que se hizo.
Por supuesto la obra ya está hecha y el dinero ya se gastó pero de todos modos vamos a canalizar institucionalmente las quejas que hemos recibido a través de nuestros ediles y concejales para tratar de optimizar por lo menos el funcionamiento general de la terminal y que el intercambiador deje de ser “una trancadera” como nos dijo alguien y se convierta en lo que debe ser.
Dr. Alejandro Lafluf
Abogado asesor del Senador J. Larrañaga
Máster en políticas públicas (FIIAPP) y
Tributación (UM) y candidato a Diputado
por Montevideo
Opinión
