
El régimen chavista ingresó al Mercosur prometiendo ponerse al día con los requisitos para integrar la organización. Cumplió algunos, pero no con todos y al cambiar los gobiernos de los amigos “progresistas”, se le terminaron los privilegios y se le exigió que se pusiera al día con los trámites. Se le otorgaron tres meses de plazo y Maduro ni se molestó en responder.
Sin cumplir esos requisitos, Venezuela se autoproclamó como presidente protempore del Mercosur, no hubo traspaso.
Cuando los países fundadores del bloque le quitaron la presidencia, Maduro y la ultra obsecuente canciller del régimen, Delcy Rodríguez, comenzaron con lo que mejor saben hacer; insultar y agraviar e inventar un presunto “hostigamiento” de parte de los demás socios mercosurianos.
Vencido el plazo otorgado, el sátrapa venezolano, amenazó que si lo echaban del Mercosur por la puerta, él entraría por la ventana. Total ya lo había hecho anteriormente al ingresar al bloque. Tiene gran experiencia de filtrarse siempre en forma ilegal.
Desesperado, Maduro pidió activar el mecanismo de solución de controversias del Mercosur previsto en el Protocolo de Olivos y de esta manera intentar defenderse de la sanción que le impide tener voto en las reuniones de los países.
Tratando de ganar tiempo, el tirano consiguió otra vez burlarse de todos ya que Argentina, Brasil y Uruguay, aceptaron el pedido; Paraguay quien se opuso, se excluyó del tema.
Según informa el diario uruguayo El Observador, Maduro solicitó la aplicación del mecanismo el 30 de noviembre, un día antes que se venciera el ultimátum que los socios fundadores le colocaron para que regularizara su situación en el bloque respecto a la incorporación de normas en su ordenamiento interno. En la nota que envió al resto de los socios, Venezuela convocó al bloque para el lunes 12 de diciembre, fecha que resultaba inviable en tanto que no había sido acordada por todas las partes.
La reunión para escuchar los descargos del régimen chavista, será el próximo 15 de diciembre en Montevideo.
Con esto, Maduro vuelve a reírse del Mercosur y a imponer sus órdenes y, todos, salvo Paraguay, acatan.









