Las actitudes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y de la Conmebol, muestran la faceta menos humana que existe alrededor del mundo futbolístico con acciones que resultan incomprensibles ante una tragedia que no admite discusiones.
El presidente de la CBF, Marco Polo del Nero le ha comunicado al Chapecoense que debe jugar la última jornada de la liga brasileña a pesar de la tragedia.
Ivan Tozzo, vicepresidente del Chapecoense, ha confirmado la petición de la CBF ‘Hablé con Del Nero sobre el tema. Me dijo: ‘Ese encuentro tiene que jugarse, tiene que ser una gran fiesta’. Le respondí que no tenemos 11 jugadores y me respondió que teníamos a los jugadores que no viajaron y los de las categorías base”, integrantes de las divisiones formativas, dijo el dirigente del Chapecoense.
El resultado de ese partido no cambia nada, ya que el rival Atlético Mineiro dio a conocer un comunicado en el que pide la suspensión del partido: “Por una cuestión de humanidad, el club es contrario a la disputa del encuentro y considera inviable su celebración ante los acontecimientos sucedidos”.
Por su lado la Conmebol guarda silencio ante el pedido de Nacional de Medellín, el rival del Chapecoense, con el que debía jugar la final de la copa Sudamericana que ha solicitado oficialmente que el título de campeón se le otorgue al Chapecoense.
Jorge Perdomo, titular del fútbol colombiano, sin arriesgar ninguna decisión, dijo al periódico colombiano El Tiempo, sobre la dificultad de cancelar la final de la Copa Sudamericana. “La Copa Sudamericana tiene compromisos comerciales de televisión y esponsorización, lo cual significa que Conmebol tendría que resarcir los perjuicios por la no realización de los partidos de la final. Habría una connotación de orden económico.”, explicó.
Por los corrillos del fútbol se comenta que la final Sudamericana podría disputarse en febrero cuando el Chapecoense haya rearmado el equipo.
Inhumano e imperdonable que en el momento de dolor primen las razones comerciales.
