El regreso del largo y combativo exilio de Wilson Ferreira no tenía otro destino que el que se dio: la prisión de él y su hijo.
Multitudes esperanzadas en la pronta caída de la dictadura se agolparon sobre los vallados con los cuales los dictadores cercaron el puerto aquel 16 de junio de 1984 y generaron una enorme inquietud en los militares que se aprontaron para un acto de guerra que no sucedió.
Raúl Vallarino, en su libro ‘Wilson, la travesía – Testimonios del regreso’ desde una posición privilegiada en la organización del chárter del vapor de la carrera, consigna testimonios directos de varios de los que hicieron ese viaje incierto y expectante acompañando al caudillo, las conversaciones con los encargados de apresarlo, las marchas y contramarchas de estos, el clima patriótico tan emotivo de los viajeros.
También por primera vez se difunden documentos militares referidos al hecho y la lista completa de los pasajeros de la travesía.