
Temer también se ha referido a algunos conflictos internacionales, como al de Israel y Palestina y la guerra en Siria. Según el presidente, “en un mundo todavía tan marcado por el odio y el sectarismo, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río mostraron que la reunión entre las naciones en un ambiente de paz y armonía es posible.”
El presidente también elogió la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos y el proteccionismo agrícola criticado y patrocinado por varios países.
Sobre la actual situación política de Brasil, posterior a Dilma, Temer dijo traer a las Naciones Unidas un mensaje de compromiso no negociable del país con la democracia.
“Brasil sólo a través de proceso largo y complejo, reglamentado y dirigido por el Congreso Nacional y el Tribunal Supremo de Brasil, que culminó en un impedimento. Todo fue en el más absoluto respeto al orden constitucional”, explicó.
“Tenemos claridad sobre el camino a seguir: el camino de la responsabilidad fiscal y la responsabilidad social”, dijo el presidente, señalando que la confianza está comenzando a restaurarse a sí misma y que un horizonte más próspero comienza a emerger.
Temer tuvo la oportunidad de llamar a los inversores extranjeros para hacer negocios con Brasil. “Nuestro proyecto de desarrollo se desarrolla principalmente a través de asociaciones en las inversiones, el comercio, la ciencia y la tecnología. Nuestras relaciones con los países de todos los continentes estarán aquí decisiva “.
El Presidente hizo hincapié en que Brasil tiene un sistema judicial independiente, una persecución activa y los órganos ejecutivos y legislativos para cumplir con su deber. “No prevalecerán voluntades aisladas, con la fuerza de las instituciones, bajo la atenta mirada de una sociedad plural y una prensa completamente libre”, dijo Temer, justo antes del punto que es la tarea actual del país para volver al crecimiento económico, a fin de restablecer puestos de trabajo para los trabajadores brasileños.
Agencia Brasil









