Por Luis Jaunsolo Portillo.-
El Arquitecto Fernando Ruiz Balbi, CEO de EDOLUR SA (Flota Pesquera en Uruguay), Directivo de CIPU (Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay) accedió a darnos su óptica sobre la actividad pesquera en el Uruguay.
Manifiesta, que la actividad pesquera, un sector productivo que data de largo tiempo en el país, en 1912 se fundaba el Instituto de Pesca dependiente del Ministerio de Industrias, luego de lo cual se transitó un largo camino con el que se consolidó en un sector industrial con neto perfil exportador, generador de empleo y de divisas genuinas.
En Uruguay todos conocemos la zona costera a través de los pueblos de pescadores artesanales localizados en el departamento de Rocha (Punta del Diablo, Valizas, Barra del Chuy, La Paloma, la Coronilla), de Maldonado (puerto de Punta del Este) y en las localidades Punta Espinillo, La Colorada, Santa Lucía, Boca del Cufré y el Río Uruguay; siguiendo hacia el norte del país pescamos sábalo, bagre, boga o carpa en los múltiples ríos y arroyos hasta llegar al Departamento de Salto donde se pesca el dorado y en otro sitios del interior, en cualquier laguna, capturamos tarariras y ello gracias a casi 400 permisos para esa actividad a pequeña escala difundida en todo el territorio, también podemos criar esturiones en el Río Negro para competir con el mejor caviar del mundo y disfrutar de su singular carne.
– ¿Que nos puede decir de la Flota Pesquera Uruguaya y las especies de captura
– Si hablamos de los barcos pesqueros industriales, podemos decir que se incorporaron muchos a la flota nacional en los años ´70 y posteriores – de los cuales logramos tener una flota de más de 100 buques- contamos con los desembarques de pescado fresco o congelado a bordo, dentro de los cuales se destacan las especies merluza, corvina, pescadilla de calada, atunes, tiburones, merluza negra, cangrejo rojo, almejas, pulpos y muchas otras variedades de valor comercial. Debido al prestigio consolidado por el Uruguay y su industria, comercializamos en el mercado internacional, a más de 45 países, con los cuales nos relacionamos durante más de 40 años.
– ¿Cuál es la situación actual Industria Pesquera Uruguaya?
Nuestras aguas del sector marítimo son codiciadas por flotas extranjeras de alta mar especializadas en la captura del calamar, la merluza negra, los atunes o el pez espada, que hoy no se explotan por buques de bandera nacional, y que se encuentran custodiadas por nuestra Armada Nacional.
Entonces, vamos a su pregunta, que es la que nos hacemos junto con otras, como ser: ¿qué sucede con el Sector Industrial Pesquero en la actualidad?
¿Por qué clausura su actividad y da quiebra una empresa que fue pionera en la innovación y el desarrollo tecnológico de los productos pesqueros de alto valor agregado que se exportaron a los mercados más exigentes del mundo?
- ¿Por qué el sector industrial pesquero exportador del Uruguay se encuentra estancado?
La respuesta no es tan difícil, si consideramos en primer lugar que el 90% de lo que produce la actividad pesquera en el país está destinada a la exportación.
En segundo lugar, los precios que nos ofrece el mercado internacional por nuestros productos pesqueros de exportación no alcanza para cubrir los costos internos, o dicho de otro modo, porque el Uruguay es un país “caro” en el cual se castiga a la producción nacional con pesadas obligaciones tributarias, con el peso de una administración oficial burocratizada, con altos costos de insumos básicos como la energía eléctrica, con el costo de la seguridad social y de un tipo de cambio comprimido y por una presión sindical excesiva, todo lo cual significa que con la ecuación actual de costos se hace cada día más difícil de competir.
La ley de oferta y demanda que maneja el mercado internacional para la compra de nuestros productos pesqueros es la que determina el valor (precio) de las mercancías que exportamos, yendo éstos al alza cuando hay demanda y a la baja cuando la situación es inversa.
Si las empresas locales no adecuan sus costos ni se adecua el costo país a la realidad de nuestros compradores del exterior, sucede que quedamos fuera del mercado y se producen pérdidas paulatinas que comprometen la viabilidad de las empresas y una pérdida de puestos de trabajo especializado, que al país le costó décadas de formación.
– ¿Existe alguna diferencia entre las Empresas Nacionales del Sector y las Extranjeras en nuestro país?
Si, por supuesto, hoy vemos que empresas extranjeras están interesadas en pescar o invertir en el industrial pesquero uruguayo y esto puede interpretarse como que tienen más eficiencia o más capital, pero lamentablemente al mirar desde el punto de vista local, no se contempla toda la realidad del sector productivo.
Cada vez que se habla de una empresa extranjera que, apuesta a un determinado sector en el Uruguay, el estado le está otorgando un gran número de concesiones tributarias y laborales para que le sea rentable y atractivo operar en nuestro país, beneficios que no tienen las empresas nacionales.
Además, en el caso de la pesca la mayor diferencia se da porque esas empresas extranjeras cuentan con beneficios económicos otorgados por su país de origen, para ampliar las zonas de captura de peces, moluscos o crustáceos de valor comercial en otros caladeros en el mundo e históricamente ha sido un ejemplo, la unión europea con sus flotas pesqueras extra continentales.
Cuando analizamos la gráfica de los beneficios económicos de una empresa pesquera nacional vemos la gran diferencia entre un buen y un mal resultado anual, lo cual se ha ido acentuando en los últimos años. En la práctica se da que pudo haber un año económicamente muy beneficioso y luego dos o tres años muy sufridos de pérdidas, lo cual lleva a que si no se tuvieron las previsiones o no se pudieron generar ahorros, la empresa no logre pasar la adversidad y se vea obligada a su cierre definitivo. Tampoco pueden las empresas verse afectadas por una paulatina pero sensible pérdida de la competitividad, en parte motivada por una pérdida social del valor del trabajo.
Todos los países con un desarrollo pesquero basado en las capturas silvestres lo saben, porque además de la regulación de sus estados, el recurso natural está sujeto a cambios medioambientales que producen impactos negativos sobre los niveles de captura y los rendimientos de los desembarques en los puertos.
Por ello y por la variabilidad de los recursos naturales debido a múltiples factores, los países con tradición pesquera reciben la colaboración y apoyo de sus estados porque saben que el sector es generador de un rápido y genuino ingreso de divisas, porque capta mano de obra especializada tanto en los barcos como en las plantas de procesamiento de pescado ubicadas en tierra y porque el pescado cumple con el suministro de un alimento nutritivo y confiable para los consumidores a nivel mundial.
El Uruguay mantiene una actividad pesquera sustentable basada en la administración del estado, el cual se encuentra sujeto a tratados internacionales que condicionan nuestras capturas o la cesión de los derechos sobre esos recursos para otros estados.
– ¿Con relación a la legislación Internacional sobre la Pesca, como está posicionado nuestro país?
En ese sentido, cabe destacar la labor de nuestro país en relación a la entrada en vigor del acuerdo sobre medidas del estado puerto para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no registrada y no regulada. Más de 30 países, además de la Unión Europea, son parte de este acuerdo, que es el primer tratado internacional de carácter vinculante que aborda específicamente el problema de la pesca ilegal. Uruguay es una de las naciones pioneras, habiendo sido uno del primero cuatro países que firmaron el tratado.
Por estas razones y otras acciones internacionales positivas para el Sector, la Pesca Industrial Nacional merece un más decidido apoyo del estado para continuar insertada en el mercado internacional de productos pesqueros, el cual ha sufrido una caída en la demanda y una depresión en los precios que se paga, que agravan las restricciones expuestas más arriba.
– ¿Cuáles son los factores legales que han afectado negativamente
la actividad de la pesca en Uruguay?
Se podría resumir en la siguiente normativa y disposiciones:
- 2013, promulgación de la ley Nº 19.1 75 (Ley de Pesca), la cual contiene aspectos restrictivos para el desarrollo de la actividad comercial, por ejemplo, fijando multas de hasta 6000 U.R y a la cual se opusieron sin éxito los empresarios, los sindicatos y demás actores de sector.
- 2009, derogación del decreto del Ministerio de Economía y Finanzas para la devolución de impuestos indirectos para las exportaciones de pescado.
- 2010, decreto del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social por el cual se derogó la bonificación indiscriminada.
- 2010, corrimiento del límite de veda para la pesca desde la costa, cercenando el acceso a los principales caladeros comerciales.
- 2011, derogación del decreto del Ministerio de Economía y Finanzas sobre la prefinanciación de las exportaciones.
- 2012, el Banco de Seguros del Estado fija la tasa de las pólizas de accidentes más alta en todo el país del 11% para las actividades de la pesca.
- El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social mantiene una política agresiva hacia las empresas del sector, presionando para la firma de convenios laborales extremadamente restrictivos para la actividad industrial y comercial.
- ¿Además de las normas antes detalladas, existen a su modo de ver, alguna otra causa que afecte negativamente a la Pesca uruguaya?
-Si, pues se puede determinar que el surgimiento de proyectos de desarrollo estratégicos que actúan sobre el Río de la Plata y su Frente Marítimo tienen repercusiones negativas en los recursos vivos existentes y por tanto sobre la pesca artesanal e industrial marítima uruguaya, como ser:
Corredor de aguas seguras para la navegación que facilita el acceso a los puertos en el Río de la Plata.
Según la DINARA este corredor interfiere espacial y directamente con los buques pesqueros de la denominada categoría “B” con especies objetivo corvina y pescadilla. Indudablemente, con la existencia del canal y con el aumento del intercambio comercial marítimo, se ha intensificado sustancialmente el tráfico de buques mercantes y turísticos con su impacto sonoro y de movimientos acuáticos que también impactan sobre los recursos de la pesca, desde el Sindicato de Trabajadores del Mar se ha denunciado la gran cantidad de residuos sólidos no orgánicos que se extraen con las redes de pesca, desplazando sus capturas.
Exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma oceánica.
ANCAP adjudicó a empresas privadas la exploración de bloques del talud continental uruguayo como resultado de la denominada Ronda Uruguay II. Ello derivó en un programa de estudio de sísmica 3D que se desarrolló entre los años 2012/2013 y 2013/2014 a 350 km de la costa y en su primera fase significaron casi un 80% de la Zona Económica Exclusiva uruguaya.
La sísmica es un proceso geofísico directo sobre el medio ambiente, que consiste en crear ondas artificiales con las que se hace una ecografía del subsuelo marino. Con la información obtenida se producen mapas donde aparecen las diversas estructuras presentes en el área de estudio, incluidas aquellas que potencialmente pueden almacenar hidrocarburos (petróleo, gas natural, etc.)
Según especialistas, los impactos se evidencian en los peces, moluscos y crustáceos y sus huevos o larvas, provocando una caída en las capturas y pérdidas económicas. En otros países se han realizado estudios de los impactos de la prospección sísmica en cardúmenes de peces y en algunas especies de interés comercial se redujo la captura de peces en hasta un 50%, tanto en recursos de superficie como de fondo. En Uruguay se estimaron caídas de las capturas similares.
Áreas de tendido de cables submarinos de comunicaciones.
Si bien desde hace tiempo no se verifican accidentes de buques pesqueros comerciales con los cables tendidos en el lecho del mar territorial uruguayo, la zona de exclusión de una milla náutica a los lados del tendido ha significado una restricción espacial para los buques que operan en dichas zonas. De alguna forma ello también se traduce en una disminución de áreas geográficas para la captura de peces comerciales acuáticas, lo cual se traduce en menores capturas y caída de la productividad.
Futura planta re-gasificadora en Puntas de Sayago, Bahía de Montevideo.
El efecto inmediato del proyecto ha sido de carácter geográfico, afectando a un puerto base de la pesca artesanal ubicada en la zona costera, con desplazamiento de los pescadores y sus familias.
Plantas de producción de pasta de celulosa.
Esta actividad genera desechos de diversas índoles y se han señalado escasos efectos en áreas cercanas a sus difusores, no obstantes lo cual tenemos razones para pensar que en el tiempo se elevarán los niveles de contaminantes que emiten estas plantas al medio acuático.
Hidrovía de los ríos Paraguay – Paraná.
El aumento del tráfico fluvial impacta espacial, sonora y físico – químicamente en los recursos acuáticos vivos de esos ecosistemas uruguayos y podrían afectar los recursos pesqueros del Río de la Plata.
Dragados.
El aumento del tráfico marítimo necesita de dragados periódicos para asegurar la navegabilidad mercantil y el dragado de los canales genera una contaminación sonora y física de impacto en los resultados de la pesca comercial.
- ¿Cuál sería el mensaje que nos dejaría para una mejora en la Industria pesquera uruguaya?
Al estado uruguayo le corresponde aceptar que la actividad pesquera en su conjunto debe estar en equilibrio con las otras actividades económicas del país o por el contrario continuará denominándose “crisis” al conjunto de acciones adversas con las cuales se enfrenta el sector en la actualidad.
Agradecemos la deferencia del Arquitecto Fernando Ruiz para con ICNdiario.












