
A través de un comunicado emitido por el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, EEUU ha instado ‘enérgicamente’ al Gobierno de Nicaragua, presidido por el sandinista Daniel Ortega, ha devolverle a la Asamblea Legislativa la democracia, luego del golpe perpetrado por el régimen, al violentar los derechos de los diputados, elegidos legítimamente en los comicios de 2011.
El comunicado expresa que “Estados Unidos está profundamente preocupado por las acciones del gobierno de Nicaragua y el Tribunal Supremo de limitar el espacio democrático antes de las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre. Instamos enérgicamente al gobierno de Nicaragua para crear un entorno más abierto para las elecciones libres y justas que permitan que el pueblo de Nicaragua para determinar el futuro de su país”.
El documento de EEUU explica que “El 8 de junio, el Tribunal Supremo de Nicaragua despojó a la oposición del Partido Liberal Independiente (PLI) de su líder reconocido desde hace tiempo (Eduardo Montealegre). El Tribunal Supremo tomó una acción similar el 17 de junio cuando se invalidó la dirección del Partido Acción Ciudadana, el partido de oposición que queda con la capacidad legal para presentar un candidato presidencial. Más recientemente, el 29 de julio, el Consejo Supremo Electoral eliminó 28 diputados del PLI de la Asamblea Nacional (16 titulares y 12 suplentes) de sus cargos de elección popular”.
Señala luego que “Elecciones creíbles y pluralidad política son fundamentales para cualquier democracia sólida. la sociedad civil, de Nicaragua, líderes empresariales y líderes religiosos continúan abogando por el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la separación de poderes, y un proceso electoral justo. Hacemos un llamado al gobierno de Nicaragua a respetar las voces de su gente y tomar las medidas para las elecciones justas y transparentes que permitan la plena participación de todos los ciudadanos nicaragüenses, incluyendo al permitir que los partidos de oposición para operar de forma independiente”, termina exponiendo el comunicado del Departamento de Estado norteamericano.
El golpe de Ortega contra el Parlamento
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a través del Tribunal Electoral de ese país, que está totalmente al servicio del gobierno, ha despojado de sus cargos a 16 diputados titulares y a 12 suplentes opositores y con esto logra quedarse con el control del Parlamento y se asegura que no tendrá rivales para presentarse a las nuevas elecciones y perpetuarse en el poder, mostrando nuevamente su rostro de dictador denuncian los opositores.
El Partido Liberal Independiente (PLI), estaba liderado por el opositor Eduardo Montealegre, pero en otra arbitraria resolución del Tribunal Electoral de Nicaragua, le entregó la dirección del partido a un aliado de Ortega, el casi desconocido Pedro Reyes, calificado como un oscuro personaje quien al exigir lealtad a los diputados, estos se negaron a seguirlo por su cercanía con el actual presidente.
En el comunicado el opositor Movimiento Renovador Sandinista (MRS) expresa: “Esta destitución es un nuevo zarpazo para liquidar por completo el pluralismo político y hacer desaparecer las voces opositoras en el parlamento y en las instituciones públicas, que han jugado un papel relevante denunciando permanentemente los abusos de poder de Ortega y haciendo propuestas consistentes en defensa de los derechos políticos, sociales y económicos del pueblo nicaragüense”.