La decisión judicial fue tomada tras una demanda presentada por Rousseff contra el gobierno federal, en la que sostiene que su apartamiento de la presidencia de la República no implicaba limitar las garantías específicas del cargo. Bajo el gobierno del presidente en funciones Michel Temer, Rousseff fue prohibida de usar las aeronaves de FAB, de estar acompañada de asesores en estos viajes y de utilizar la nomenclatura del gabinete personal. La demanda también sostiene que no es competencia del poder ejecutivo revisar o limitar el acto del Senado Federal que determinó la suspensión de Rousseff.
El gobierno federal argumentó en su defensa que el uso del transporte aéreo oficial está restringido a actividades de interés público y que el uso de los mismos sin ninguna agenda oficial supondría un desvío de finalidad.
La jueza Pertile concluyó que el uso de las aeronaves de FAB por parte de Dilma Rousseff es necesario para garantizar su seguridad personal, ya que no podría utilizar aviones comerciales en sus viajes. La decisión también autoriza a los asesores de Rousseff utilizar dichas aeronaves en las mismas condiciones, es decir, mediante el reembolso de los gastos de viaje. Además, mantuvo la estructura del gabinete personal de la presidenta suspendida.
Agencia Brasil