Zeid Ra’ad Al Hussein aseveró que las industrias pueden ayudar a evitar las violaciones de derechos humanos.
“Es alentador ver que las compañías desempeñen un papel activo para avanzar la causa de poner fin a la pena de muerte”, apuntó.
Pfizer informó que restringirá la venta de siete productos que forman parte de los protocolos de las inyecciones letales en algunos Estados. Su reventa también será restringida y las entidades de gobierno deberán certificar que los productos que compren no se utilizarán para el castigo capital.
La farmacéutica también indicó que vigilará cuidadosamente la distribución de esos productos.
Zeid llamó a todas las empresas a actuar cumpliendo con las responsabilidades que marca la Guía de Principios de la ONU sobre Negocios y Derechos Humanos.
El Alto Comisionado invitó a otras compañías, no sólo del sector farmacéutico, relacionadas con la administración de la pena de muerte a no contribuir con la aplicación de ese castigo.
Finalmente, Zeid urgió a los Estados a no recurrir a fuentes cuestionables para adquirir las drogas necesarias para las inyecciones letales.