
Los presupuestos de la Generalitat para este ejercicio sitúan el límite de gasto en 23.747,2 millones de euros, un 1,5% más que el año pasado. Sin embargo, la reducción de los intereses de la deuda respecto de 2015 permite que el gasto de los departamentos en este ejercicio aumente en 1.113,4 millones, un 5,3% más. El 78,5% de este incremento, 874,3 millones, se destina a financiar políticas vinculadas al estado del bienestar, incluyendo el plan de choque, cifrado en 285 millones. En conjunto, el gasto social concentra el 73,6% del presupuesto de 2016.
Los ingresos no financieros de la Generalitat crecen sobre todo como consecuencia de la liquidación del anticipo del modelo de financiación correspondiente al año 2014, que entonces el Gobierno subestimó en 1.407 millones.
Sin embargo, se constata un estancamiento de los ingresos de la Generalitat a pesar de la mejora notable de la economía catalana y de los esfuerzos que ha hecho últimamente el Gobierno para obtener nuevos ingresos. En este sentido, la pérdida anual de ingresos derivada de la anulación por parte del Tribunal Constitucional de nuevas figuras tributarias creadas por el Gobierno asciende a 856 millones de euros. Con todo, las cuentas de este año sí prevén ingresos por valor de 30 millones correspondientes al impuesto sobre las viviendas vacías y al impuesto sobre la provisión de contenidos por parte de prestadores de servicios de comunicación electrónica, ambos suspendidos cautelarmente por TC pero sin sentencia firme, asegura la Generalitat catalana.
En los presupuestos se han previsto 50,9 millones para la “política exterior”, en la que se pretende reforzar la actividad de las ’embajadas catalanas’ en el exterior, sin tener en cuenta que el Tribunal Constitucional ha suspendido- en febrero pasado- las competencias que el Gobierno regional de cataluña le dio a su departamento de Relaciones Exteriores.









