Donald Trump tiene casi asegurada con su racismo e intolerancia, la nominación por los republicanos

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Las elecciones primarias en el estado de Indiana han servido para que el intolerante Donald Trump tenga casi asegurada la nominación como candidato republicano a las elecciones presidenciales en los Estados Unidos.
Su rival en la interna partidaria, Ted Cruz, ha abandonado en el día de ayer martes la contienda electoral. “He dicho que continuaría tanto como sea posible, pero esta noche lamento decir que el camino parece cerrarse”, explicó.
El discurso arrogante, agresivo, despótico y racista de Donald Trump ha captado el voto de los conservadores que le han colocado en una posición en la debería enfrentar a Hillary Clinton, en las elecciones presidenciales.
El diario The New York Times publicó un duro editorial donde expresa: “Ahora es el partido de Donald Trump”
“La caminata hacia la oscuridad que emprendió el Partido Republicano dio un paso decisivo este martes en Indiana.
El Estado hoosier (nombre que se le da a la gente de Indiana) coronó la victoria de Donald Trump, que derrotó de forma notable a Ted Cruz en el estado obteniendo al menos 51 delegados. Por el lado demócrata, Bernie Sanders obtuvo una inesperada victoria sobre Hillary Clinton, aunque no es suficiente para detener su marcha a la nominación”.

Luego señala el editorial: “Con el triunfo de Trump “estoy viendo el suicidio de los 160 años de política del partido” dice Henry Olsen, analista electoral del Centro de Ética y Política, un instituto de pensamiento conservador.
Los republicanos van a nominar ciertamente a Trump, quien puede ser el más volátil y menos preparado de los candidatos presidenciales nominados por el mayor partido de los tiempos modernos. Un hombre que fue ridiculizado por muchos miembros prominentes del partido se va a transformar en el abanderado del Gran Partido Viejo.
Para el Partido Republicano es momento de juzgar sus acciones. Es necesario revisar las fallas ocurridas en el liderazgo y las traiciones que llevaron a esta situación, y encontrar la mejor manera de hacer frente a lo que ofrece la demagogia.”

El artículo sostiene más adelante: “El hecho de que Trump haya cautivado a sus votantes con una simple promesa: “Hacer a los Estados Unidos grande de nuevo” (“Make America Great Again”) – ofreciendo únicamente xenofobia, aislacionismo e ideas fantásticas- es el testimonio de cómo la gente rechazó a los políticos que los traicionaron.
Hoy, más miopes que nunca, los líderes republicanos empiezan a manifestar su apoyo a Trump. Durante la campaña en Florida el mes pasado, Paul Manafort, asesor de Trump, trató de que su candidato se viera más seguro para la vieja guardia del partido y aseguró que Trump estaría mejor preparado para la presidencia. “Eso es lo que los muchachos necesitaban escuchar”, dijo el asesor. “Tal vez se lo puede entrenar”. Pero un día después, Trump volvió a hacer comentarios desagradables en su campaña. En su confuso discurso sobre el plan de política exterior, no mostró otra cosa que una deliberada negación a aprender”.