
Quito, (Andes).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, insistió este viernes en la necesidad de mayor rigor en el cumplimiento de las normas de edificación en el país, en la etapa de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto de 7.8 grados registrado el 16 de abril y que dejó 660 víctimas fatales y daños importantes a la infraestructura.
“Tenemos que ser muy firmes, no podemos ser cómplices de futuras desgracias; esta desgracia hubiera sido mucho menor si se hubieran cumplido las reglas y las normas de construcción”, señaló el mandatario en un gabinete ampliado en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno.
El Jefe de Estado señaló que otro sería el panorama si las autoridades locales hubieran impedido construir en zonas de riesgo, “pero todo el mundo por la demagogia y por la politiquería hacía mutis por el foro, y ahí están las consecuencias”, dijo en alusión al impacto del evento telúrico que asoló la región costera ecuatoriana.
“No podemos repetir esos mismos errores, y no vamos a permitir que en un año se olvide esta tragedia y volver a lo mismo de siempre; vamos a recordarlo día a día”, aseveró al exponer que es preciso aplicar con firmeza la ley.
Se refirió a los ejemplos de compromiso y heroísmo “impresionantes” de los ecuatorianos y dijo que ha habido casos “aislados” de politiquería con personas que “no tienen alma y aprovecha esta tragedia”.
Al respecto, expuso que las únicas fundas que se distribuyeron con el sello del Ministerio de Inclusión Económica y Social fueron 3.000 que estaban dispuestas para casos de emergencia. “Y es lo correcto para evitar que se roben, que se vendan, etcétera”, acotó.
Llamó la atención en lo relativo a ciertos comportamientos de residentes en la zona afectada que rechaza ser reubicada y afirmó que “esto no es a la carta, estamos en una emergencia nacional” y que todos debemos hacer sacrificios.
Dijo que las peticiones deben ser lógicas y expuso que no es posible garantizar una total seguridad, higiene y atención en cada albergue improvisado y peor en zona de riesgo.
Por su parte, el vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, se refirió a la recepción de las iniciativa para el traslado a casas de acogientes, a cuyas familias el gobierno anunció que entregará un bono, y también mencionó cómo la ciudadanía ha comenzado a organizarse para participar en las labores de reconstrucción.
“Ya comenzaron a organizarse para cuando los procesos reconstructivos comiencen con fuerza (…), ellos serán los primeros que serán convocados para trabajar en estos proyectos”, acotó.
El segundo mandatario señaló que existe, además, el bono de arriendo, de 135 dólares, que se le entregará a los arrendatarios, lo cual se financia con las líneas de contingencia del Banco Interamericano de Desarrollo.
“A los que perdieron viviendas, se les va a dar viviendas, siempre con la corresponsabilidad”, apuntó al referirse al programa de edificación de viviendas y a la entrega de créditos para los damnificados, con prioridad también para personas discapacitadas, a fin de que puedan resolver en el menor tiempo posible sus necesidades, con un copago de un 10% del costo del inmueble.
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