El mayor asesino en serie de la historia de Argentina, apodado ‘el ángel de la muerte’ por su apariencia apacible con rizos rubios sobre su rostro angelical, ha abandonado este martes la prisión de máxima seguridad de Sierra Chica para un chequeo médico por primera vez en 44 años, informa el periódico ‘El País’.
Carlos Eduardo Robledo Puch, hijo de padres adinerados, buen estudiante que hablaba tres idiomas, fue detenido a la edad de 20 años y condenado a cadena perpetua por matar a 11 personas por la espalda o mientras dormían, violar a dos mujeres y cometer 17 robos a mano armada en el periodo de un año. El asesino ha pasado en cárcel toda su vida adulta y el inicio de la vejez.
La carrera criminal del ángel de la muerte comenzó cuando asaltó una joyería junto a su cómplice y amigo Jorge Ibáñez en 1970. Un año más tarde los jóvenes quitaron la vida a sus dos primeras víctimas, el encargado y el guardia de una discoteca. Luego la pareja mató al guardia de una casa de repuestos, a un trabajador de un supermercado y a dos mujeres a las que también violaron.
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