
El triplex figura a nombre de la constructora OAS, una empresa investigadas en el caso Petrobras. El edificio construido para un sindicato del Partido de los Trabajadores (PT), la formación política a la que pertenecen Lula y la presidenta, Dilma Rousseff, según informa el diario Folha de Sao Paulo.
Los fiscales explican que la detención de Lula se hace necesaria a los efectos de garantizar el “orden público, con el proceso y la aplicación de la ley penal”. Aseguran que estando en libertad, Lula podría destruir pruebas y actuar para evitar el accionar de la Justicia.
El expresidente de Brasil es acusado de lavado de dinero y falsificación, delitos que conllevan de 3 a 10 años de prisión y 1-3 años respectivamente. La esposa de Lula, Marisa Leticia, y uno de los hijos de la pareja, Fábio Luiz Lula da Silva, también están acusados de lavado de dinero.









