
Los Estados Unidos siguen preocupado por las acciones tomadas por el gobierno venezolano para silenciar a sus oponentes, que han conducido a un clima de intimidación y represión.
Decenas de líderes de la sociedad venezolana han sido encarcelados por sus creencias políticas. Estos incluyen: Leopoldo López, quien completará su segundo año de detención; El alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, que fue detenido hace casi un año y permanece silenciado y en arresto domiciliario; el ex alcalde Daniel Ceballos; y numerosos estudiantes.
Mientras tanto, los que cometen crímenes contra miembros de la oposición a menudo parecen actuar con impunidad. El ejemplo más reciente ocurrió el 14 de febrero cuando los delincuentes irrumpieron en la casa de El Hatillo Alcalde David Smolansky y se cubrieron las paredes con consignas de odio por su religión.
Seguimos pidiendo que se respete la voluntad del pueblo, el estado de derecho, la separación de poderes dentro del gobierno, y el proceso democrático. Estamos profundamente preocupados por las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia que limitan la autoridad de la Asamblea Nacional recién elegida, que han socavado la democracia venezolana.
Nos sumamos a otros países de la región y en todo el mundo en sus llamadas para el diálogo entre todas las ramas del gobierno, con el fin de hacer frente a los retos sociales y económicos que enfrenta el pueblo venezolano. La solución a estos desafíos requerirá la inclusión de todas las partes interesadas. En lugar de reprimir la disidencia democrática pacífica con el fin de silenciar puntos de vista opuestos, ahora es el momento para que los líderes escuchan diversas voces de Venezuela y trabajan juntos para encontrar soluciones.









