En cuanto a los casos importados, derivados de pacientes que recientemente hayan estado en el exterior, en países de la región, tampoco se han confirmado casos ni de zika ni de chikungunya. En el caso de dengue, la cifra, no es tan positiva, pues el país posee 9 casos, que triplica antecedentes históricos inmediatos, de dengue importado, principalmente de Colombia y Brasil.
Para comprender la situación actual, el lector debe entender el historial del país en la materia. Uruguay, en conjunto con Canadá, fueron los únicos países del continente que en los últimos veinte años no registraron casos de dengue autóctono. Seguramente, factores climáticos y demográficos, ayuden al país, pero especialmente una muy fuerte campaña que lleva adelante ante cada epidemia el Ministerio de Salud Pública. La última epidemia de dengue del país, se remonta al año 1916. Desde esa fecha hasta el presente, o sea en el transcurrir de un siglo, no se han registrados más que dos o tres casos aislados propios. Si se registraron casos importados, para los cuales, sin excepción, se tomaron medidas de aislamiento de los pacientes, que colaboró para evitar la epidemia.
Pese a este historial, tan alentador, las autoridades nacionales, evaluando los efectos del cambio climático y el aumento del flujo internacional de personas en la región, anunciaron a finales del año de 2015, que existían todas las probabilidades que Uruguay, en el correr del 2016 no quedará invicto de ninguna de las tres epidemias que invaden la región y que tienen como principal vector al aedes aegipty.
La situación a nivel de salud, por parte del Estado Uruguayo, es de ALERTA, pues se considera que será inevitable que las tres enfermedades prosperen, aunque de manera muy controlada, en el país.
Sin embargo, declarado por el propio Ministro de Salud Público, Dr. Jorge Basso, Uruguay, está en una suerte de desconcierto o desorientación en cuanto al dengue. Pues no es frecuente que solo se pueda confirmar uno o dos casos autóctonos. Con la noticia del pasado 12 de febrero, de la aparición del primer caso nacional, se esperó y se anunció por parte de las autoridades nacionales la multiplicación de los casos y se anunció que estos se confirmarían en el correr de dos o tres días. Para la sorpresa de la opinión pública, se ha confirmado un solo caso más, el 20 de febrero, y muy por el contrario de 133 casos de estudio, posteriores a la aparición del paciente autóctono, ninguno ha podido confirmar la presencia de dengue.
La Cátedra de Epidemiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, emitió un comunicado, en la cual, manifiesta su desconcierto, pues en la literatura médica, no existen casos de un solo y aislado caso de dengue autóctono, cuando este presenta, siempre viene acompañado por una multiplicación y ese es el temor a la epidemia.
Afortunadamente Uruguay, está siendo originalmente singular en la materia, al menos hasta el momento.
En resumen, se puede afirmar que la situación actual de es CALMA, ALERTA Y SORPRESA. Calma, porque la epidemia esperada y anunciada viene rezagada para fortuna de la población, y el gobierno tiene una batería de medidas para enfrentarla ante una eventual aparición. Alerta, porque las autoridades, insisten en sostener que en esta ocasión, será casi imposible, no evitar las tres enfermedades en el país, dado la magnitud que estas han cobrado en el resto del continente con registros récords históricos de personas infectadas. Y sorpresa, porque se está esperando la aparición de más casos autóctonos, lo cual serían lo médicamente previsto y estos no pueden confirmarse, para desconcierto de los facultativos.
A nivel de cifra, se confirma oficialmente al día de la fecha, la ausencia total de casos nacionales o importados de zika y chikungunya y la presencia de 11 únicos casos de dengue, 9 de ellos importados y dos históricos, sin precedentes en un siglo, de origen autóctono, que ha generado el citado desconcierto.
Bases de trabajo del accionar nacional
Uruguay, posee una rica y exitosa experiencia en la prevención del dengue, como se sostuvo no poseyendo epidemias al respecto desde hace más de cien años. El presente, exige un nuevo desafío, mediante el cual, el gobierno nacional ha organizado su lucha en torno a los siguientes pilares:
• Fortalecer rol de la autoridad sanitaria. El Ministerio de Salud Pública. Pretende consolidarse como coordinador general de la salud pública y privada y la prevención nacional de la epidemia. Es decir jerárquicamente la Presidencia de la República, refuerzo el rol soberano del MSP, sobre autoridades aduaneras, policiales, militares y sociedad civil, para que sea ese ministerio el que coordine todo el accionar en la materia.
• Campañas de Educación. Al igual que en el pasado , se ha puesto en marcha una fuerte campaña a nivel de la educación pública y privada del país, en las capacitaciones vigentes en el actual período estival, pero muy especialmente en la educación formal del año lectivo nacional, que se inicia el lunes 29 de febrero de 2016. Mientras tanto la educación de lucha contra el vector contagioso, es a través de campañas públicas de información y de acción, para evitar la generación de lugares de crecimiento y desarrollo de larvas. Si bien, respetando el modelo previsto este trabajo de concientización pública lo conduce el Ministerio de Salud Pública, se ejecuta y financia a través del accionar de los siguientes actores públicos y privados; Intendencias Municipales (gobiernos departamentales), Ministerio de Defensa Nacional, Ministerio de Economía y Finanzas, Ministerio del Interior, Administración Nacional de Educación Pública, Consejo de Educación Secundaria, dirección Nacional de Aduanas, Sindicato Médico del Uruguay, Sociedades de prestación de Servicios de salud privadas, Banco de Previsión Social, Ministerio de Educación y Cultura. El apoyo de los medios de prensa y comunicación es permanente a través de vía radial, prensa escrita, televisiva y virtual. La existencia de campañas de publicidad preventivas con las claras medidas que la población debe seguir para erradicar la presencia del mosquito transmisor es permanente. Existen también campañas de información impresa en rutas nacionales, puestos fronterizos y lugares y espacios públicos. La información que estas múltiples campañas se brindan, se basan en los cuidados personales, en el uso de repente, pero muy especialmente en el cuidado de los espacios públicos, para evitar acumulación de residuos, aguas estancadas, y todo aquel espacio donde las larvas del mosquito puedan reproducirse. Asimismo, se han habilitado líneas telefónicas gratuitas donde la población pueda denunciar a las autoridades departamentales la existencia de lugares de estancamiento de agua, para que se proceda a la fumigación por parte de la autoridad competente.
• Protocolo Médico de Actuación. Tanto a nivel privado como público, se ha reforzado el protocolo médico de actuación frente a la sola sospecha de síntomas similares a los que, alguna de las tres enfermedades. Asimismo, en centro de enseñanzas, también existe un protocolo para el personal de cómo actual ante síntomas de las enfermedades por parte del alumnado o personal.
• Equipamiento en mosquiteros y tules. Los centros prestadores de salud, públicos o privados, por ley vigente desde el año de 2009, deben poseer en todas sus ventanas y aberturas menores (no puertas generales) tejido mosquitero de protección. Los centros de enseñanza, públicos o privados, deben respetar esta medida también, la cual si bien estaba vigente su uso había sido descuidado. Todos los centros de prestaciones de salud, mayores o menores, policlínicas grandes o pequeñas, deben poseer al menos un cuarto de aislamiento equipados con cama cubierta de tules protectores. Estas medidas, están siendo fiscalizadas con altísimo grado de cumplimiento por el Ministerio de Salud Pública.
• Información de Puertos, aeropuertos, pasos fronterizos y centros turísticos. En todos los puntos de recepción de turistas del país, en esta temporada de notorio éxito, se han reforzados los puestos de información y se insiste, en que el turista comprenda rápidamente a donde dirigirse en caso de la aparición de la sospecha del síntoma de alguna de las enfermedades. Recordemos, que salvo la excepción del pasado 12 de febrero, todos los casos que ha registrado el país, son de personas extranjeras o uruguayos que provienen del exterior.
• Centralización de las comunicaciones. El Ministerio de Salud Pública, centraliza operativamente todas las informaciones que desde los distintos prestadores de salud, puedan generarse, gestionando una suerte de “célula de inteligencia” en la materia.
• Considerar Rondas de Negociación: entre el Estado y los privados para la adquisición de medicamentos de alto costo, especialmente los necesarios para el tratamiento del Síndrome Guillain – Barré.
• Intervención del Estado en el precio público de los repelentes y en su stock. La Presidencia de la República, está sosteniendo en el presente rondas con fabricantes y básicamente importadores de repelentes de toda clase, para dos acciones fundamentales, asegurar su stock en todas las poblaciones del país, y controlar muy especialmente el aumento de los precios de estos en la venta al público, para evitar abusos, por parte de los comerciantes.
• Medidas contra repelentes caseros contraindicados. El Ministerio de Salud Pública, también se encuentra en campaña informativa a la población contra recetas de repelentes caseros que puedan resultar tóxicos por diversos motivos.
• Fumigaciones masivas: Al igual, que en años anteriores, desde noviembre de 2015, los gobiernos departamentales, y el gobierno nacional, lleva a cabo, campañas masivas de fumigación en áreas verdes, vertederos municipales y cercanías a corrientes de agua y todo espacio de riesgo. En el caso específico del área urbana, donde se encontró el única caso autóctono de dengue, barrio de Pocitos, en Montevideo, se ha fumigado exhaustivamente todas las propiedades privadas de la cercanía, sin resistencia alguna de los vecinos afectados.
Cooperación Internacional
Entre Uruguay y Brasil, existe en convenio de cooperación al respecto, creado en el año de 1997 y vigente desde 1998, firmado entre las autoridades de salud pública de ambos gobiernos, patrocinado por la Organización Panamericana de la Salud.
Es un denominado TCC, Convenio de Cooperación Técnica. El mismo, es el marco jurídico de la acción conjunta que ambos Estados puedan desarrollar. En la actualidad, se aplica en áreas fronterizas, en medidas prácticamente de fumigación conjunta, comunicación de brotes o sospechas de brotes y en los usos de mosquiteros y tules ya señalados.
Ahora bien, a nivel regional, a principios del presente mes de febrero de 2016, se reunieron en Montevideo, Uruguay, 13 ministros de salud pública de países de la región convocados por la Organización Panamericana de la Salud. En dicha ocasión, el organismo internacional, dado la efectividad de las medidas históricas uruguayas, asignó en el ámbito regional, al Ministerio de Salud Pública de nuestro país, el rol de coordinador de la lucha internacional contra estas epidemias. La función principal, es estimular acciones de cooperación en la región y el compartimiento de las experiencias nacionales tan diversas y únicas como las realidades propias de esos países.
En resumen, en cuanto a la presencia de la alerta continental de dengue, fiebre chikungunya y zika, Uruguay, ha enfatizado las medidas históricas que desarrolla en situaciones similares, con una gran apuesta de fortalecimiento del rol jerárquico del Ministerio de Salud Pública. No descarta, que tales epidemias lleguen al país, encontrándonos técnicamente, en un momento denominado período ventana, donde de momento por las acciones vienen siendo efectivas.
Existe un gran desconcierto, frente a esos dos casos de dengue autóctono tan aislados, especialmente por la no aparición de casos aledaños, de todos modos, las autoridades nacionales, más allá de los excelentes resultados que se vienen alcanzado, son drásticas en afirmar que el riesgo de epidemia es absolutamente vigente y probable, manteniendo de tal forma alerta a población en la ejecución de las medidas preventivas.
Se insiste en el concepto de que Uruguay, está al respecto, en CALMA, ALERTA y con cierto DESCONCIERTO, por la peculiaridad de su situación sin precedentes regionales de este comportamiento de las enfermedades.
Guzmán G. Moresco González es Lic. en Relaciones Internacionales Representante y Consultor para Uruguay de ABIDES Associação Brasileira de Integração e Desenvolvimento Sustentável