
Todo, absolutamente todo era culpa por obra y gracia de los milicos y el aparato represivo que había que desmantelar.
Si fallaba la economía, o la educación era un desastre, si la selección de futbol no andaba bien o éramos devastados por alguna inundación, si el tema era la inseguridad o las malas relaciones con nuestros vecinos,  el tema era exclusivamente por el viejo accionar del derrocado Gobierno de Facto, por la nefasta dictadura cívico militar.
Pero el tiempo fue pasando y ya no hay excusas, cuando surgen problemas en el ámbito del Gobierno actual, ya no hay dictadura para culpar, y como la oposición ni pincha ni corta, se atropellan entre ellos, entre ellos se ensucian, se deprecian, se insultan, procurando poner su mejor cara para la tribuna, para que la gente pensante y las focas, no crean que en la interna están haciéndose pedazos por un trozo del pastel que con seguridad se pondrá sobre la mesa política en Mayo, cuando se voten las internas del Frente Amplio…. ¿O me equivoco?
El saliente Primer Mandatario, el Príncipe sin castillo (así se titula el libro de su biografía presentado hace un tiempo en Turquía), el del autobombo, el vendedor de humo, quien aún no se ha percatado que ya no es el Presidente, pero aun así pretende incidir en forma permanente, trancando, jodiendo, molestando, más que aportando o construyendo,  se ha puesto su uniforme de luchador de mentira, de guerrillero de fantasía, para defender al indefendible, al niño Raúl, el joven travieso que dirigió la principal empresa del país, ANCAP, como si se tratara de un boliche de barrio, tanto como su mentor dirigió el país, haciéndole perder a dicha empresa, millones de dólares, lo que llevó a incrementar la deuda de la misma en 1.100% y que hoy atina a balbucear que la culpa fue del niño Danilo Astori,  actual Ministro de Economía, que se la pasó peleándolo.
Hace un par de días acordaron rápidamente levantar el receso parlamentario para votar la recapitalización de la empresa que languidece; justo el 28 de diciembre,  día de los inocentes, y para ello faltó a la cita, entre otros, el Senador  Rafael Michelini, el que por ser hombre de izquierda, se eriza cuando hay gente pobre o angustiada por alguna desgracia, pero que no estaba en el teatro de operaciones en el Norte, donde nuestros compatriotas están tapados de agua y mugre, sino que estaba en playa Verde, en el departamento de Maldonado, veraneando, y fue llamado y rezongado por el Senador Agazzi, quien expresó que los hombres de izquierda deben siempre estar al pie del cañón.
A la tarde se hizo la mentada asamblea para votar una Ley que autorizara la recapitalización de la empresa, hubo cuórum, pero el que faltó a la cita porque estaba de licencia, fue el mercader de humo, el Pepe, el chabacano, el sencillo, el humilde,  el ilustrado todólogo, quien expresara hace un tiempo que a veces contradecir a los expertos era una toma de decisión de Gobierno y que el Ministerio de Economía le ”macheteaba la guita” por lo que él tenía que aprobar las inversiones, y que hoy le dice al actual Presidente, quien anda averiguando cómo puede hacerse un haraquiri sin que le duela mucho, “que en el tema financiero de ANCAP la habían chamboneado,” aunque la senadora y ex guerrillera  Lucía Topolanski, aseverara que era un problemita netamente contable.
El proyecto de Ley pasó una vez aprobado, a la Cámara de Diputados, pero allí, otra vez el oficialismo con el trasero al aire, no logrando juntar ni a sus propios adeptos para votar la Ley,  y el 2015 cerrará con los números no en rojo….sino blancos, pálidos, sin expresión, casi muertos…. Como ANCAP, la empresa País (así reza su slogan publicitario).
La deuda de la empresa asciende a U$S 622:, en tanto el déficit acumulado es de U$S 800: y el endeudamiento es de U$S 2.300: y la Ley a la que nos referimos pretende condonar la deuda que ésta tiene con el Ministerio de Economía para que los números no se muestren tan catastróficos y que el niño mimado de Mujica y Topolanki, el hijo que nunca tuvieron porque tenían que dedicarse a destruir la Democracia de la cual hoy se valen, no deba responder más que a su conciencia (si es que la tiene), porque como premio a su nefasta actuación como representante público, se le otorgó el alto cargo de Vicepresidente de la República.
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¡Tramposos, cien, mil veces tramposos!
Es este tan solo un capítulo más del extenso libro de chamboneadas, de errores nefastos, de cosas mal hechas o improvisadas, sujetas permanentemente a las excusas que sólo irritan, confunden, entorpecen y deterioran la Democracia que hace más de tres décadas tratamos de construir, aunque sabemos que la cabra al monte tira, por lo que no debemos olvidar con cuanto ahínco los Mujicas y las Topolankis y los Sendic y los Marenales y los Huidobros y los Bonomis, se esforzaron en romper todo en aras de una revolución que nunca fue tal, ya que solo persiguió intereses mezquinos, y que daría satisfacción, de haber triunfado, a los egos de estos reyezuelos de papel…
Todos sabemos que aparte de la desfinanciada ANCAP, en Uruguay, nuestro pequeño gran hogar, aún hay bajo el tapete, detrás de algunos muebles y de bajo de los sillones, mucha mugre para quitar, mucha basura para descubrir y sería de buena gente, de los que con seguridad este alicaído Frente Amplio aún cuenta entre sus filas, que comiencen a denunciar lo que haya de podrido, que hoy tienen la oportunidad de que la ciudadanía haga por respetarlos un poquito, aunque más no sea, y que por lo menos si un día nos encontramos en la calle, porque todo es circular y siempre volvemos al punto de partida, no tengamos que mirarlos con el desprecio con el cual hoy los miraríamos.












