El exrecluso de Guantánamo, el sirio Abd Hadi Omar Mahmoud Faraj (35) debe declarar ante el juez penal de 11° Turno, Roberto Timbal, tras ser denunciado por su esposa, la uruguaya Irina (Fátima) Posadas, de haber incurrido en supuestas golpizas, que estarían avaladas por testigos; algunos vecinos que escucharon los gritos de la mujer. Faraj se casó el 5 de junio de 2015 con Posadas.
Fátima dijo a El País que en estos siete meses con Faraj vivió su “peor pesadilla”. Aunque no quiso brindar detalles, señaló que era obligada a vestir una túnica y guantes negros.
Por su parte el diario El Observador consignó ayer que la Justicia dispuso una restricción de 300 metros durante 120 días para el sirio, en los cuales no podrá acercarse a donde está su mujer, mientras prosiguen las actuaciones judiciales.
Tiempo atrás Tiempo atrás, otra joven uruguaya de nombre Roma, de 24 años -que también se casó en junio pasado con el tunecino Adel Bin Muhammad El Ouerghi- decidió abandonarlo embarazada porque “no soportó más la situación”. “Yo no aguanté tanto como Irina, me salí a los dos meses. Si yo salí, ¿por qué no puede salir ella?”, dijo la joven a El Observador.
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