El innecesario circo montado por Podemos en el Congreso para llamar la atención

La formación prochavista Podemos de España, apeló al aparecer en su debut en el Congreso de los Diputados, a su presunto perfil rebelde dando algún golpe de efecto intentando llamar la atención al cambiar las normas establecidas.
Al asumir sus escaños prometieron la Constitución con extensas fórmulas “innovadoras” que llevaban escritas y han leído ante el pleno. Entre ellas una frase de antología: “acatar por la Constitución y trabajar para cambiarla recuperando las instituciones para su gente: Nunca más un país sin su gente ni sus pueblos”, dijo la vicepresidenta tercera Gloria Elizos, de Podemos.
El líder de la formación, Pablo Iglesias, como si estuviera en un mitin del PSUV chavista juró haciendo exhibicionismo con el puño cerrado el alto.
Y así en ese estilo se refirieron los demás integrantes de Podemos y sus grupos radicales asociados.
Por otro lado, hasta un inocente bebé de pocos meses fue utilizado para llamar la atención en el acto.
Carolina Bescansa, la número dos de Podemos, ha acudido este miércoles al Congreso de los Diputados acompañada de su bebé y no ha dudado en sacar el pecho para darle de mamar nada más empezar la sesión constitutiva de las Cortes Generales. Además, ha subido con él en brazos a depositar su voto en la primera votación para elegir al presidente de la Cámara.
Si bien es bueno que una madre esté al lado de su hijo, el Congreso en medio de la vorágine, las discusiones, los gritos y los debates no es el lugar para llevar a un bebé y exponerle en un pleno de diputados. A tan corta edad, cinco meses, se le debe preservar y evitar lugares que por sus características puedan alterar al menor.
Bescansa trató de minimizar el hecho y dijo como si hubiera hecho un descubrimiento para la humanidad: “Si una mamá tiene que criar a un bebé tiene que ir con él a todas partes”. Eso está muy bien, pero hacerle padecer un debate con decenas de personas nadie se lo recomendaría a una madre.
Las críticas, no por el bebé, sino por exponerlo, surgieron de varios sectores: “Un mal ejemplo, que no era necesario”, señaló la diputada del PSOE Carme Chacón. Como “Lamentable”, calificó la situación el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz y dijo que eso era una “intrumentalización de los niños con fines políticos”.
El Congreso tiene una guardería pero Bescansa se ha negado a utilizarlo.
La Federación de Mujeres Progresistas, Mujeres en Igualdad y la Fundación Mujeres también han criticado que Bescansa llevara a su hijo porque consideran que esa imagen “perpetúa la idea de que somos las mujeres las que nos tenemos que ocupar de los hijos en exclusiva” y rompe el concepto de “corresponsabilidad” entre padres y madres.
Por su parte y en el colmo de la insensatez, Podemos explica que la presencia del bebé de su diputada en el Congreso fue “un gesto simbólico” por “todas las mujeres que tienen que poder conciliar vida familiar y personal”. Claro pero por eso no se debe exponer ni sacrificar la paz del bebe por un reivindicación sin sentido. Habría que explicarles a los prochavistas que el Congreso no es un plató de televisión y menos un circo.
R.C. Gómez