El drama de los menores captados por los terroristas de las FARC y el ELN

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Uno de los jóvenes captados por la guerrilla que vuelve con su familia
Uno de los jóvenes captados por la guerrilla que vuelve con su familia
En las últimas horas, tropas de la Brigada Móvil No. 25 de la Fuerza de tarea Nudo de Paramillo, orgánico de la Séptima División de Colombia, recibieron en el casco urbano del municipio de Taraza, departamento de Antioquia, a un menor de edad quien fue reclutado de manera forzosa hace dos años por una facción del Frente Darío Ramírez de ELN.
Como consecuencia de los malos tratos y con el fin de salvar su vida, el menor decide entregarse a los soldados, quien de inmediato lo ponen a disposición de Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) del municipio de Caucasia.
Así mismo, ponen a disposición de las autoridades competentes, una pistola con un proveedor y siete cartuchos que el joven portaba al momento del encuentro con las tropas.
Un menor de las FARC se entrega
Por la insistencia de su familia y las pésimas condiciones de vida en la insurgencia, un joven de 16 años llegó a las instalaciones del Grupo Mecanizado Tequendama en BogotáHasta las instalaciones del Grupo de Caballería Mecanizado No 10 Tequendama adscrito a la Décima Tercera Brigada del Ejército Nacional. Allí se identificó como un integrante del frente 30 José Antonio Páez de las Farc, un grupo que realiza acciones delictivas actualmente en algunos sectores del departamento del Valle del Cauca.
El joven de 16 años perteneció a esta estructura delincuencial durante 10 meses, desempeñaba funciones de guerrillero raso realizando inteligencia delictiva a unidades militares y transportando además armas y explosivos.
Alias Juan Carlos como era conocido al interior del frente, se presentó voluntariamente ante los militares, cansado de los malos tratos de sus cabecillas y con el apoyo de su familia quiere buscar un mejor futuro, lejos de las armas, la selva y el miedo constante a ser capturado o morir durante combates.
Alias Juan Carlos continuará con sus estudios académicos, puesto que antes de ingresar a las Farc cursaba sexto de bachillerato, pero ahora lo hará con la guía y el apoyo brindado por los programas de apoyo que ofrece el Gobierno Nacional.