El presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, advirtió que “el pacto y la cesión que conlleva su dilatada posibilidad de investidura, no se puede identificar como una humillación, como una bajada de pantalones”, porque “esto no permite escuchar y pactar como debería”. “Aquí sabemos que el pacto no equivale a ninguna humillación, sino que es la semilla del entendimiento y la posibilidad de avanzar entre todos”, dijo en referencia a que la formación antisistema CUP se niega a darle los votos que le hacen falta para ser investido nuevamente como presidente del Govern catalán, aunque analistas señalan que la CUP humilla a Mas una y otra vez.
Artur Mas, ha denunciado este viernes el intento de imponer “la voz y el voto de la mayoría y toda la arquitectura del poder del Estado por encima de los derechos democráticos y nacionales de Cataluña”, que “han sido ganados a lo largo de la historia, mantenidos hoy y defendidos de cara al futuro”.
Desde el cementerio de Montjuïc, donde el jefe del Ejecutivo ha hecho la tradicional ofrenda ante la tumba del presidente Macià, Mas ha respondido de esta manera al discurso que ayer pronunció el monarca español, y se ha lamentado del intento de “presentar los catalanes como un pueblo que intenta imponerse al resto”, cuando en realidad se pretende “ahogar los anhelos de la minoría que representa Cataluña”. Por ello, ha reclamado que “se respeten los derechos fundamentales del pueblo catalán como nación”, que se defienden “tercamente en cada una de las elecciones” y ha reclamado “el derecho del pueblo catalán a tener su propio Estado como tienen tantos otros pueblos”.
Ante los periodistas, el jefe del Ejecutivo ha puesto de relieve el hecho de que nunca se ha querido hacer frente a “la realidad natural de España, que es una realidad de naciones diversas, donde Cataluña es una de ellas” y por el contrario, “España no se reconoce como un Estado plurinacional, sino uninacional”, remarcó.
Sin embargo, el presidente aseguró coincidir con el rey Felipe VI en apelar al “espíritu de diálogo, pacto, negociación, acuerdo, concertación y la concordia” y ha recordado que desde las instituciones catalanas siempre se ha insistido en este camino para resolver situaciones políticas derivadas de las votaciones, “incluso en los momentos en que los votos llevan a situaciones muy complejas como las que tenemos en Cataluña y en España en estos momentos”.
En su discurso institucional y después de hacer la ofrenda en nombre del Gobierno, el presidente ha afirmado que “Cataluña nunca había tenido tan cerca el sueño de libertad de personas como Macià”. “Los sueños son para que en algún momento se hagan realidad porque, si no, se quedan sólo sueños “, ha continuado, y” ahora se trata es de convertir los grandes sueños en grandes realidades “.
Con todo, reconoció que “esto no es fácil, porque Cataluña lucha contra elementos tradicionalmente muy poderosos que no le son nada favorables y que muchas veces no respetan ni su identidad, ni su cultura, ni su ansia de libertad, ni su raíz democrática”
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