Argentina: a la medianoche, la hora de las brujas, una perderá los poderes

0
365


Por José Luis Rondán.- Entre nuestros queridos vecinos del otro lado del río ancho como mar, se está desarrollando un culebrón de magnitud tal, que según me han contado, ha llevado a que algunos programas de gran audiencia en la TV rio platense, ya estén pensando en demandar a las partes gobernantes que por estos días se han robado la audiencia.
Culebrón que en un principio se anunció como un melodrama donde las sonrisas de hielo, las miradas congeladas y los gestos insinuantes, fueron dando paso con el correr de las horas, a bocadillos dignos del mejor escritor de humor, pues han llevado a que la gente pasara del pesar o la ira por la enmarañada trama, a los momentos más hilarantes, jocosos, divertidos y capaces de hacer olvidar a todos que si el nuevo Gobierno, apenas asuma no se pone las pilas, (cosa que descarto), se va todo al fondo del pozo, salvo Cristina, de quien me han informado, ya alistó su escoba.
Tras las elecciones presidenciales, se alzó con la victoria, aunque por muy poco margen, pero con muchos pasitos de pegadiza bailanta, el candidato opositor Mauricio Macri, lo que a pesar de los berrinches, de los pataleos y de las nubes oscuras que asoman en el horizonte de la reina destronada, hará que cambien algunas reglas del juego planteado por el matrimonio K, quienes desde hace más de una década, repartieron las barajas, quedándose con las mejores, y si alguien no quería participar de la partida o no era hábil en el juego, o peor aún, se adivinaba mejor que ellos, era quitado de la troya.
A este respecto debo acotar que Cristina jugó muy bien, desplumando a sus contrincantes, al punto que pudo con el esfuerzo de sus noches de tahúr, multiplicar por cien su ya abultado patrimonio, aunque eso, espero, será a partir del día 10, un tema del anunciado organismo anti corrupción y la pregonada libertad de los magistrados para actuar.
Resulta que tras aquella reunión donde Macri expresó al salir de Olivos, palabras más palabras menos, que la reunión no había valido la pena, que más allá de algunos livianos intercambios de opiniones respecto al cambio de mando, nada se adelantó; nada hacía esperar que fuera ese, sólo el inicio de un tortuoso, de un áspero y desagradable camino hacia la asunción del mando, donde Cristina se aferra con garras, cuernos y colmillos de mujer sola y desvalida, a la convicción de que tanto bastón de mando como banda presidencial, deben ser entregados en el Congreso, lugar donde Macri prestará el correspondiente juramento, en tanto éste, se mantiene en la postura que si bien debe jurar en el Congreso, es en el salón Blanco de la casa Rosada donde la actual y casi diluida mandataria, debe hacerle entrega de los atributos del mando, rescatando de algún modo, un viejo reglamento de protocolo que data de los años 60 y que los K obviaron desde la primera hora.
Ante tanta distorsión de algo que debería discurrir en armonía, sin mayores inconvenientes, Macri optó por dar intervención a la Justicia, interponiendo una medida cautelar, a la cual la jueza María Servini, dio lugar, indicando que Cristina será la Presidente Argentina hasta la hora 23.59, en que se hará cargo el Presidente Provisional del Senado, Federico Pinedo del PRO, hasta la hora en que jure Mauricio Macri, quien en ese momento asumirá de pleno su alta investidura.
Todo esto me lleva a pensar que no hay casualidades y sí causalidades, ¿Sino porque la jueza Servini determinó las 23.59 para que finiquite el mandato de Cristina y no cualquier otra hora?
Desde mis conocimientos de esoterismo, puedo aseverar que a las 00.00 horas, en determinadas épocas del año, se abren los portales entre los mundos, pudiendo un ser humano normal, extraviarse o ser llevado desde aquí, hasta el otro lado, pero a la vez, los demonios, brujas, y otros seres extraños a nuestra conciencia humana, pueden hacer el viaje a la inversa, y quizás sea este el momento esperado por Servini, para que Cristina aproveche el momento en que los portales están abiertos de par en par, para escurrirse, para evadirse en su estilizado bólido.
Me he puesto a pensar que quizás sea este el motivo por el cual la dama destronada aseveró que no concurriría al cambio de mando, lo que me hace presumir que a la hora en que Macri esté siendo investido, ella estará trasponiendo los umbrales del mundo paralelo de donde quizás jamás debió haber salido.
¡Éxito y tolerancia en la nueva, larga y dura empresa que les espera por delante, pueblo argentino!