“Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de su propia identidad”, dijo el cura y agregó que vive muy feliz con un hombre.
Krzysztof Charamsa expresó que “es el momento de que la Iglesia abra los ojos frente a los gays creyentes y entienda que la solución que les propone, la abstinencia total de la vida de amor, es inhumana”, dijo sin reconocer que esa misma obligación de abstinencia total, rige para todos los sacerdotes, sin distinción de la sexualidad de cada uno, pero con egoísmo habla solo de los “derechos” de los homosexuales sin pensar que hay curas heterosexuales que también quisieran vivir su vida con una mujer de compañera y a la vez servir a la Iglesia.
Es tan falsa su declaración ya que cuando eligió el sacerdocio, sabía el tema de la obligación de abstinencia total e igual entró y recién ahora protesta.
Pero a Krzysztof Charamsa, le gusta también meterse donde no le llaman. Días antes había manifestado su admiración por el secesionismo catalán y lo ha expresado públicamente en varios artículos periodísticos de medios españoles.
En la publicación El Punt Avui de Cataluña, el sacerdote ha escrito un artículo de opinión con su firma donde destaca que:
“Soy sacerdote y teólogo polaco y trabajo en la Congregación para la doctrina de la fe en el Vaticano. Y me declaro a favor del proceso soberanista catalán: mis amigas y amigos catalanes me han transmitido un vivo sentido de la identidad nacional y el amor por la libertad de su patria, el amor por la historia, la lengua y la cultura, por la literatura y el arte, la cultura popular …”
Más adelante, sin pensar como buen católico que hay otros ciudadanos que puedan pensar diferente se entromete de lleno en un tema ajeno:
“Siguiendo el proceso soberanista catalán, admiro como en la búsqueda de la libertad, la nación catalana sabe respetar a los demás. Sus justas demandas de autodeterminación no se han expresado nunca contra nadie ni con violencia”, dice Charamsa en su artículo, sin explicar de qué libertad carecen los catalanes.
El cura también ha participado en actos políticos al reconocer que “Nunca olvidaré la participación, con mis amigas y amigos, en el acto de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en Barcelona, antes de la consulta del 9-N”.
Pero hay una razón para tanta defensa de los soberanistas de Cataluña, ya que la pareja de Charamsa es Eduard Planas, un funcionario de la Generalitat que preside Artur Mas y es un ferviente partidario del independentismo en las redes sociales y en uno de sus mensajes de Twitter llega a calificar al obispo Antonio Cañizares de imán.
Que sea gay no debe preocupar a nadie, es su vida, pero que vaya a dar lecciones e interpretaciones sobre el proceso de Cataluña, es un acto de soberbia de un extranjero que primero debe contemplar las opiniones de todos los catalanes y no tomar partido por una de las partes. Si de verdad es católico deja mucho que desear.
Monseñor Gay es un atrevido al meterse en el tema del independentismo, pero lo hace a pedido de su novio Eduard Planas, un soberanista empleado de la Generalitat separatista.
Este personaje vivió su vida mintiéndole a todos y ahora le echa las culpas a la iglesia, la misma que él eligió integrar por decisión propia de que no le dejan amar. Es un cínico de primera.
Él sabía de la abstinencia total que debía cumplir si se ordenaba sacerdote y como muchos otros prefirió la mentira y el engaño. Ahora no puede protestar y tampoco nadie le puede creer su defensa del independentismo de Cataluña. Un verdadero mentiroso.
¡Por favor!, este cura polaco como miembro de la Comunidad de la fe no debería meterse en el tema ajeno como el de Cataluña. Sobre el tema de donde es miembro, convendría aclarar que a él le interesan otro tipo de miembros…
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