Envalentonados porque pueden decidir el destino de Cataluña, exigen que para acordar se debe inhabilitar en Cataluña al Tribunal Constitucional de España, desobedecer 10 leyes del Gobierno español, ejecutar 39 medidas contra la emergencia social, revertir 10 privatizaciones y abrir un proceso constituyente, que desemboque en la conformación de la declaración de República.
Pero a su vez los radicales sabían que si en esta rueda de prensa, repetían su decisión de no aceptar a Arur Mas como presidente, perdería fuerza el mensaje de rompimiento con España y la serie de imposiciones y exigencias que se explicaron líneas arriba y por lo tanto prefirieron no referirse a Mas.
Solo la dirigente de la CUP, Anna Gabriel dijo: “fiamos el futuro del país a un contenido y no a un persona. Y en este sentido no hemos variado la posición que hemos mantenido antes, durante y después de la campaña”, explicó.