Equipo de Política de ICN Diario
La diputada provincial Mónica López, del opositor Frente Renovador de Argentina que lidera Sergio Massa, en una decisión cuestionada se pasó a filas del oficialismo que postula al candidato Daniel Scioli a la presidencia de la República.
El cambio de bando no sería de mayor importancia si no fuera que Mónica López, ha sido hasta ahora una de las más duras opositoras al gobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato oficialista del kirchnerismo para las elecciones presidenciales.
Desde distintos ámbitos y principalmente desde las redes sociales, López ha atacado desde todos los ángulos la gestión de Scioli al frente del gobierno provincial, pero ahora se ha pasado a filas del gobernador como si nada.
Los siguientes son algunos de los ataques a Scioli que Mónica López escribió en Twitter: “Scioli volvió a engañar a los bonaerenses, hace 14 meses que no pagan ni las cajas chicas de las comisarías”; “Scioli no es solamente que no hace sino que se dedica a destruir”; “La provincia de Buenos Aires no debe estar ausente cuando se analiza la deuda contraída. Scioli nos ha mal endeudado por dos generaciones”; “No me sorprende el odio que me tienen. Me dedico a proponer pero también a señalar el desastre y abandono que es el gobierno de Scioli”, entre otros tuits
Mónica López se ve que sin pensar mucho y en medio del nerviosismo de su pase a filas oficialistas dijo que Scioli “nos abrió los brazos a este sector”, no sin antes señalar que “Le pedí disculpas al gobernador por estos mensajes, y él me perdono y me dijo que cualquiera se puede equivocar”.
Si Scioli viene perdonando desde hace muchos años la catarata de agravios y malos tratos de Néstor Kirchner, antes y ahora de la presidenta argentina hacia su persona, es lógico que también perdone a Mónica López.
Daniel Scioli, es un candidato sin personalidad, pusilánime y manejable, que nunca se ha atrevido a rebelarse a las imposiciones de Cristina Kirchner. Scioli acata todo lo que le ordenan, incluso nada dijo cuando le colocaron a la fuerza el candidato a vicepresidente, Carlos Zannini, hombre de confianza de la presidenta, que lo ha rodeado de su gente para asegurar la impunidad en caso de ganar Scioli, su candidato obsecuente.
Mónica López sabe que Scioli es un político dominable y que podría ganar las elecciones y que una traición, aunque sea a destiempo y con los comicios ya encima, podría valer un buen cargo a futuro.
Si Mónica López tenía algún voto propio luego de su cambio de filas lo debe haber perdido y más leyendo lo que escribió en Facebook en julio de este año: “Macri no tiene la estructura necesaria para gobernar, ya que por algo está rogando llevar fiscales al territorio bonaerense; y Scioli, un gobernador que devastó el sistema educativo, de salud y agravó la inseguridad en la Provincia, ahora habla cínicamente de “Victoria”, embanderado en un discurso que no es el de él.
Necesitamos que quien nos conduzca sea una persona que esté preparada para hacerlo, teniendo como guía la solidaridad y el compromiso, y ese no es otro que Sergio Massa”.
¿Quién le puede creer a Mónica López después de todo lo que dijo sobre Scioli?
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