Unos 200 manteros, llamados así por la manta que colocan debajo de la mercadería que ofrecen y que permite levantar con rapidez los productos en venta cuando llega la policía, presentaron el primer sindicato de vendedores ilegales para defender sus derechos ante las acciones de la policía y de los comerciantes de la ciudad que pagan sus impuestos e IBI en Barcelona.
La venta ilegal de productos falsificados de marcas reconocidas como perfumes, bolsos, carteras y maletas y principalmente copias piratas de películas y música, genera enormes pérdidas a los derechos de autor, algo que parece que la alcaldesa Ada Colau respalda.
La presidenta del grupo municipal de Ciudadanos (C’s) en el ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías, ha denunciado la decisión del gobierno de Ada Colau de permitir un sindicato de manteros porque “es un despropósito” y “supone un agravio para los comerciantes de Barcelona que pagan sus impuestos y ejercen su actividad de forma legal”.
En este sentido Mejías ha criticado que el ayuntamiento de Barcelona “actúe a espaldas de los comerciantes tomando decisiones que perjudican al sector” y ha recordado que “sacan adelante sus negocios, crean empleo y cumplen con sus obligaciones fiscales”. Mejías ha calificado de “muy grave” que el gobierno municipal “facilite la creación de un sindicato de manteros y lo reconozca como interlocutor”.
La líder de C’s en Barcelona ha calificado la gestión municipal con los manteros de “despropósito que perjudica a los comerciantes, produce un efecto llamada, fomenta la venta ilegal de productos falsos y desautoriza a la Guardia Urbana”.